Cuatro personas han muerto y unas noventa han resultado heridas en una potente explosión ocurrida esta madrugada, aparentemente por un escape de gas, en un edificio residencial de la ciudad de Netania, en la costa mediterránea de Israel, según fuentes médicas. Las víctimas mortales, de cuya nacionalidad aún no se ha informado, son tres mujeres (dos de ellas en la cuarentena y una en la veintena) y un hombre de unos cincuenta años de edad. Los heridos se encuentran en su gran mayoría en estado leve, aunque tres padecen lesiones de carácter moderado. La Policía local ha descartado casi por completo que se trate de un atentado terrorista y ha arrestado a una persona por posible homicidio involuntario y a técnicos de la compañía de gas por las sospechas de que cometieron un delito de negligencia. "Nuestra hipótesis de trabajo es que esto ha sido causado por una bombona de gas, aunque nada es seguro. Hay un fuerte olor a gas", señaló a la radio pública el ministro de Seguridad Interior, Isaac Aharonovitch, desde el lugar del incidente. "Creemos que el gas se filtró desde la planta baja y fue subiendo hasta que tuvo lugar la explosión" en la tercera planta, precisó el responsable policial de la región, Shimon Shomrani. El edificio alberga varios comercios en los soportales y a unas 150 familias en las plantas superiores. La Policía ha arrestado a un vecino de Netania por sospechas de que originó la fuga al cortar el tubo del gas, posiblemente para vender en el mercado negro el metal que contiene, según la radio pública. También están siendo interrogados, por presunta negligencia, técnicos de la compañía de gas que se había desplazado al edificio horas antes de la explosión, tras quejarse los vecinos del olor a gas, y no encontraron nada anormal.