Los colaboradores de Julian Assange han acusado al Gobierno británico de estar "espiando" al fundador de Wikileaks. El vídeo divulgado ayer por la organización muestra una de las tres cámaras instaladas en diferentes entradas de la finca en la que vive temporalmente, en el condado inglés de Norfolk, a la espera de que se resuelva su juicio de extradición a Suecia.

"Le están tratando como un animal enjaulado", afirma Sarah Harrison, miembro del equipo de Assange. La cinta ha sido difundida al cumplirse seis meses de su arresto domiciliario y a menos de un mes de su comparecencia ante la justicia británica. Luciendo en ocasiones unas botas de agua Wellington, Assange aparece en la cinta acudiendo, una y otra vez, a la comisaría local, donde debe firmar cada día en un registro. También se le puede ver con los empleados de la compañía Serco que controlan y comprueban la pulsera electrónica de seguimiento que lleva colocada permanentemente en el tobillo. Tres cajas electrónicas instaladas en la casa detectan los movimientos de Assange y transmiten la información a la central de Serco, "que se la pasa al Gobierno", dice Harrison. "Saben dónde se encuentra en todo momento", añade.

CONTROL DE MATRÍCULAS Vaughan Smith, el dueño de la mansión de Elligham Hall, donde vive el exhacker, cree que las cámaras "están grabando y enviando los números de las matrículas". Otro de los colaboradores de Wikileaks, Joseph Farrell, declara que esas condiciones dificultan el trabajo de Assange, un nómada hiperactivo que debe sufrir en la monótona existencia de la jaula de oro campestre en la que vive. Pero a pesar de las limitaciones y del toque de queda, que le obliga a estar en la casa a las 10 de la noche, el detenido viene manteniendo una continua actividad pública.

Además de conceder entrevistas a la prensa internacional, esta primavera tuvo un encuentro con los estudiantes universitarios de la Cambridge Union Society. A principios de este mes fue el invitado del festival literario de Hay, donde habló de las consecuencias de las filtraciones de Wikileaks, ante 400 personas. Entre los asistentes se hallaban las actrices Vanessa Redgrave y Gilliam Anderson. El 2 de julio viajará a Londres para participar en un debate con el filósofo esloveno Slavoj Zizek.