Las intenciones de los palestinos de llevar el reconocimiento de su Estado a la ONU han removido las aguas del proceso de paz, que según la Autoridad Nacional Palestina (ANP) "está muerto" por la negativa de Benjamin Netanyahu a negociar. Pero a ojos de Israel la realidad es muy distinta. "Llevamos dos años llamando a la puerta de los palestinos, Netanyahu está dispuesto a discutir, pero ellos están boicoteando el proceso de paz", aseguran en el entorno del primer ministro israelí.

El Gobierno de Netanyahu considera "muy negativo para el proceso de paz" solicitar el reconocimiento del Estado palestino en la ONU y su ingreso como miembro, según una fuente del Ministerio de Exteriores israelí. "Si se produce este reconocimiento nos encontraremos en una situación que no es sana, ya que los palestinos no querrán volver a negociar", remarca esta fuente. "Se podría crear una situación jurídicamente ambigua en lugares como Jerusalén, es una irresponsabilidad", añade.

La Administración israelí pretende evitar a toda costa lo único que los palestinos pueden conseguir: que la Asamblea General reconozca un Estado palestino en las fronteras anteriores a 1967. "Pueden tener los votos suficientes", reconoce la misma fuente, "pero la cuestión es qué países van a darles apoyo".

En el gabinete de Netanyahu se estima que si el grueso de los países europeos y los Estados de más peso votan en contra, "Israel obtendrá una victoria moral", aunque el Estado palestino sea reconocido.

El Ministerio de Exteriores israelí ha lanzado una ofensiva a través de sus embajadas en todo el mundo para intentar persuadir a los Gobiernos de que no apoyen la iniciativa palestina. "Insistimos en que puede crearse un precedente peligroso para otros territorios que intenten lo mismo que los palestinos", comenta un diplomático israelí.

ADVERTENCIA El ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, advirtió el viernes que si los palestinos llevan el reconocimiento de su Estado a las Naciones Unidas, "Israel renunciará a todos los acuerdos pactados hasta ahora". Para evitar "esta situación tan incómoda", explican fuentes del Gobierno israelí, "estamos trabajando con los americanos y los europeos, a ver si podemos convencer a los palestinos de que desistan, se sienten a dialogar y se restaure el proceso de paz".