Rusia volvió a dejar claro ayer que no va a facilitar el consenso internacional para realizar acciones contra Siria. De visita oficial en París, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, afirmó que una intervención en un país soberano "no tiene perspectiva", en respuesta a las declaraciones de su anfitrión, François Fillon, que dijo que el Consejo de Seguridad de la ONU "no puede permanecer mudo por más tiempo" y que "se acerca el momento en que cada uno deberá tomar sus responsabilidades".

Putin justificó sus argumentos con la guerra en Libia. "El desarrollo de la situación en ciertos países de esta región nos muestra que la situación no es mejor cuando nosotros tratamos de dirigir el proceso", afirmó el primer ministro ruso.