Las sospechas de EEUU de que el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, tenía vínculos con los servicios secretos de Pakistán, que, según Washington, habrían dado cobertura al terrorista para que permaneciera oculto todos estos años, tienen desde este viernes una nueva base. Un teléfono móvil perteneciente a un mensajero de Bin Laden hallado durante la operación del Ejército de EEUU en la residencia del líder de Al Qaeda, en Abbottabad, que acabó con la vida del saudí el pasado 2 de mayo, sugiere que este tenía contactos con la inteligencia paquistaní, según sostiene en su edición digital The New York Times que cita a dos altos funcionarios estadounidenses. El diario neoyorquino afirma que el teléfono contiene contactos de un grupo militante vinculado con los servicios de inteligencia de Pakistán. Este hallazgo indica, según los funcionarios consultados, que Bin Laden utilizó el grupo Harakat-ul-Mujahedeen como parte de su red de apoyo dentro del país. El descubrimiento también plantea interrogantes de si el grupo y otras organizaciones similares ayudaron a proteger y respaldar a Bin Laden en nombre de los servicios de inteligencia paquistanís, dado que estos protegieron a Harakat y le permitieron operar en su territorio durante al menos dos décadas. Los analistas que han hecho un seguimiento de las llamadas en el teléfono móvil han concluido que los comandantes de Harakat que aparecían entre los contactos del mensajero de Bin Laden habían llamado a funcionarios de inteligencia paquistanís. Pese a todo esto, los funcionarios consultados por The New York Times advierten de que todavía no hay una prueba contundente que indique que los servicios de espionaje de Pakistán dieron cobijo a Bin Laden.