La mayoría de las víctimas son trabajadores sanitarios, pero también hay muchas mujeres y niños. Al menos 30 personas perdieron la vida ayer y medio centenar más resultaron heridas de gravedad en un atentado suicida cometido contra un hospital ubicado al este de Afganistán, en la provincia de Logar, distrito de Zra, al sur de la capital, Kabul. El ataque se llevó a cabo mediante un coche bomba, cuya deflagración destruyó casi por completo el centro hospitalario.

ATAQUE "VIL" Fuentes oficiales aseguraron ayer que los talibanes son los responsables del atentado, aunque un portavoz de los insurgentes afganos negó a la agencia Efe la autoría de la matanza, con el argumento de que la organización nunca realiza ataques contra centros sanitarios. Por su parte, el presidente afgano, Hamid Karzai, condenó también el atentado, el primero de gran envergadura después de que Estados Unidos haya dado a conocer su calendario de retirada de las tropas del país.

El máximo jefe de Naciones Unidas en Afganistán, Staffan de Misturam, calificó de "vil" el atentado perpetrado contra civiles que estaban recibiendo atención médica, visitando a familiares o simplemente trabajando. Naciones Unidas confirmó que la deflagración había afectado a la zona de maternidad del hospital, con la consecuente matanza de mujeres y niños.