Los funcionarios británicos van hoy a la huelga para protestar contra el plan de reforma de las pensiones del Gobierno conservador de David Cameron. Los cuatro sindicatos que han convocado la protesta esperan movilizar a 750.000 trabajadores. El paro obligará al cierre de miles de escuelas y afectará severamente el funcionamiento de tribunales, oficinas de empleo y hacienda, así como los servicios penitenciarios, de fronteras y de inmigración.

La compañía BAA, que gestiona los aeropuertos de Heathrow, Stansted, Edimburgo, Glasgow, Aberdeen y Southampton ha alertado a los pasajeros de las dificultades que pueden encontrar cuando se dispongan a entrar en el Reino Unido. El Gobierno británico trataba de negociar un acuerdo de última hora, para evitar lo que puede ser el preludio de un verano caliente. En el Parlamento, Cameron defendió ayer los planes para el sector público y dijo no ver "motivo alguno" para la huelga.

La reforma implica el aumento de la edad de jubilación de los 60 años actuales a los 66 años para el año 2020, el incremento en un 3,5% de las contribuciones individuales y el cálculo de las pensiones, no a partir del último salario, sino de la remuneración media a lo largo de la toda vida laboral.

CAMBIOS "JUSTOS" Cameron calificó de "justos" los cambios. El líder de la oposición, el laborista Ed Miliband, considera que "las pensiones del sector público necesitan ser reformadas" y condenó la huelga como un "error". La Cámara de Comercio británica ha advertido de las pérdidas económicas de una jornada en la que miles de padres no podrán acudir al trabajo y deberán quedarse en casa para poder atender a sus hijos sin escuela.