Martine Aubry es la hija carnal de Jacques Delors, pero el hijo político del expresidente de la Comisión Europea fue mucho tiempo François Hollande. Ambos heredaron de su mentor el europeísmo, la militancia socialista y la dedicación al partido, dirigido por el candidato entre 1997 y el 2008, año en el que Aubry tomó el relevo. Sin embargo, poco más les une.

Aunque ambos se formaron en la elitista escuela que produce el 80% de los altos cargos de la República, la ENA, el perfil de Hollande se puede dibujar por contraposición al de la actual primera secretaria del PS. Sus caracteres son opuestos.

El flamante candidato socialista es tan afable, cortés, irónico y amante del consenso como Aubry hosca, directa y carente de sentido del humor. Alcanzar la síntesis entre las tesis de los diferentes clanes y poner paz en las luchas de tenores por el protagonismo fue la obsesión de Hollande durante los 11 años que dirigió el partido.

El sacrificio de su ambición personal en aras del partido le salió muy caro en el 2006, cuando su pareja y madre de sus cuatro hijos, Ségolène Royal, le cerró el paso de la candidatura al Elíseo en las primarias, motivada por su popularidad en los sondeos y también por el despecho. Sus 30 años de convivencia con Hollande estaban a punto de saltar por los aires a causa de la relación del entonces jefe del partido con la periodista de París Match Valerie Trierweiler, de 46 años, 11 menos que ella. Trierweiler, que conduce un programa político en la cadena privada Direct 8, se mantiene discretamente al margen de la actividad pública de Hollande. "Es la mujer de mi vida", ha dicho el candidato de la periodista.

La trayectoria de este hombre de 57 años arrancó de la mano de Delors. En los años 80, durante la presidencia de François Mitterrand, trabajó en la sombra del poder mientras lideró el club de apoyo a Delors hasta que, en 1995, renunció a ser candidato a la presidencia. A finales de los 90, mientras Aubry encadenaba ministerios --Trabajo, Asuntos Sociales, Empleo-- a las órdenes del primer ministro Lionel Jospin y se convertía en la dama de las 35 horas, Hollande se hizo con la dirección del PS. Su falta de sintonía con Aubry se convirtió en profunda enemistad cuando, en el 2007, impidió a la hija de su padre político que se presentara a las elecciones legislativas por la circunscripción de Lille.

Aspiración presidencial

Cuando dejó el partido, en el 2008, este socialdemócrata convencido decidió dedicarse de lleno a su aspiración presidencial. Adelgazó 10 kilos y trabajó como una hormiguita.

Mantuvo su candidatura a las primarias contra viento y marea, pese a tener en contra al aparato de un partido en manos de Aubry e ir muy por detrás de Dominique StraussKahn en las encuestas. Pero la estrepitosa caída de este el pasado mayo le colocó de repente en cabeza de la carrera.