El nombre de Dominique Strauss-Kahn ha vuelto a asociarse a un escándalo sexual. Esta vez se trata de la investigación de un caso de proxenetismo en Lille (Francia). El dirigente socialista, que antes de ser detenido en Nueva York el 14 de mayo era el mejor situado para ganar las primarias de ayer, ha solicitado prestar declaración "lo más rápidamente posible" ante los jueces para poner fin a las "insinuaciones maliciosas" que rodean el desmantelamiento de una red de prostitución en hoteles de lujo. Una de las prostitutas de alto nivel de la red habría citado a Strauss-Kahn como uno de sus clientes.