En un nuevo vídeo recogido por las webs de varios medios de comunicación internacionales, un combatiente libio asegura ser el ejecutor de Muamar Gadafi. El joven rebelde dice llamarse Send el Sadik el Ureybi y en su testimonio ante la cámara afirma que disparó en dos ocasiones al dictador, una vez en la cabeza y otra en el pecho. "Lo cogimos. Le golpeé en la cara. Unos milicianos querían llevárselo y es cuando le disparé, dos veces, en la cabeza y en el pecho", relata el miliciano.

En el vídeo, grabado en lo que parece ser una oficina oficial, el combatiente es recibido con abrazos, besos y apretones de manos de reconocimiento por parte de varios ciudadanos, muchos de edad mayor. Como prueba, él y su entorno muestran la camisa ensangrentada que supuestamente portaba Gadafi cuando encontró la muerte. También enseña un anillo dorado que, asegura, arrancó del dedo del dictador. En el vídeo, el combatiente expone que notó que Gadafi no murió al instante. Tardó una media hora, calculó. Y si lo hizo, resumió, fue porque no le agradaba nada la idea de que pudiera marcharse con vida.

La autenticidad del vídeo es imposible de verificar, de modo que la web por la que se ha distribuido hace notar que "podría tratarse del inicio de una serie de obscenas confesiones falsas".