El pueblo tunecino mostró el domingo su más profundo hastío hacia las formaciones políticas con conexiones con el partido del derrocado Ben Alí. Incluso hacia los nuevos partidos que llevaron a la sociedad un discurso modernista y aperturista rozando la laicidad. Túnez eligió en sus primeros comicios libres después de más de 50 años de dictaduras el islamismo moderado encarnado en el partido de En Nahda, liderado por Rachid Ghanuchi, que salió de la clandestinidad tras el estallido de la revolución de los jazmines y que se perfila como primer ministro.

El primer país en que brotó la primavera árabe quiere reafirmarse en su identidad musulmana y lo hace sin caer en crisis internas o en violencia callejera, de momento. Los datos parciales de los que disponen los observadores apuntan a que En Nahda obtuvo más del 40% de los sufragios y podría alcanzar la mayoría absoluta en la futura Asamblea Constituyente, que nombrará un presidente provisional del país, redactará una Constitución y convocará elecciones generales, en el plazo de un año.

Hoy se darán a conocer los resultados oficiales, pero las preliminares ya dan una holgada mayoría a los islamistas. Los laicos ya expresaron ayer su decepción. En Sfax, la segunda ciudad del país, con más de medio millón de habitantes, el recuento terminó y atribuyó la victoria a En Nahda con el 43% de los votos. Y en pueblos del interior, donde caló el discurso religioso, se llevó la mayoría absoluta.

Ghanuchi ha repetido que no quiere imponer la sharia (ley islámica) y tampoco modificará el estatus de la mujer, el más avanzado en el mundo árabe. Prueba de ello es que ha aceptado la paridad de sexos en las listas electorales. En su programa destaca el derecho de toda mujer a la igualdad, la educación, el trabajo y la vida pública.

"Los islamistas han alcanzado ese porcentaje porque han utilizado un discurso muy moderado. Yo estoy sorprendido por los resultados, pero lo esencial es que la gente votó por la democracia", manifestó Mourad Benchir, informático del organismo que organiza la consulta.

REACCIÓN A LA ISLAMOFOBIA En cuanto a los tunecinos en el extranjero, que fueron los primeros en votar, y para los que están reservados 18 de los 217 escaños, el escrutinio ya está acabado y el 40% de los votos han sido para los islamistas de En Nahda. Puede ser que ese voto sea una reacción a la islamofobia de Occidente. Los más reacios a una victoria de Ghanuchi se preguntan, como el resto del mundo, cómo ejercerá su poder y si una vez formen parte de la escena política no se radicalizarán.