Un notable malestar entre algunas de las delegaciones presidió ayer el inicio de la 21ª Cumbre Iberoamericana, que comenzó en Asunción (Paraguay) con escaso optimismo debido a las ausencias. Once jefes de Estado o de Gobierno no asistieron, el mayor número desde que comenzó este foro en 1990. Solo 13 están presentes, entre ellos el rey Juan Carlos, y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Ni las presidentas de Argentina y Brasil, ni el de Uruguay, acudieron. Tampoco los gobernantes de Venezuela, Colombia, Cuba, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y la República Dominicana. Todos alegaron por problemas de agenda. Y aunque este vacío ha rebajado las expectativas de la cita, el objetivo es ambicioso. Transformación del Estado y desarrollo es el lema del encuentro, sobre el que Zapatero opinó que debería servir para "reforzar los vínculos y las relaciones entre todos".

El presidente destacó "el buen momento que vive Latinoamérica". Pero muchos lo ponen en duda, sobre todo porque entre los ausentes están los socios en el Mercosur del anfitrión, Paraguay. Y había muchas expectativas en torno al diálogo de este bloque con la UE. Todo ello coincide con un momento en el área en el que se habla de integración y de cooperación en materia de desarrollo, que muchos ven obstaculizado por las rencillas.

Otro de los objetivos se vio dañado antes de empezar. Se trataba de fomentar la inversión fo-ránea en los países latinoamericanos. Difícil con tantas ausencias, aunque la nota inspiradora la puso la vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Pamela Cox, quien afirmó que no ve signos claros de contagio de la crisis mundial en América Latina.

ENCUENTROS BILATERALES La jornada empezó con varias citas bilaterales y con una reunión de los titulares de Exteriores. Trinidad Jiménez firmó un acuerdo de cooperación con Paraguay hasta el 2015 para avanzar en "salud, desarrollo humano y reducción de desigualdades".

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico alertaron de que las políticas sociales entre algunos países latinoamericanos "son insuficientes para construir sociedades equitativas e incluyentes".