La aerolínea australiana Qantas debe volver volar y los sindicatos de pilotos, mecánicos y personal de tierra tienen que acabar con sus huelgas, según ha determinado el órgano de arbitraje laboral de Australia. La decisión concede 21 días a todas las partes implicadas para que alcancen un acuerdo y se produce al día siguiente de que Qantas anunciase que dejaba en tierra de manera indefinida sus flota de aviones, lo que ha afectado a unas 80.000 personas en todo el mundo.