España fue la estrella en la alfombra roja de Asunción. Toda la atención estaba en sus representantes por diversos motivos, sin olvidar el papel paternal que por atribución ejerce España a menudo en esta parte del mundo. La ausencia en la cumbre de 11 líderes no solo fue minimizada por los paraguayos, sino que estos quisieron contrarrestarla destacando la presencia del rey Juan Carlos y de José Luis Rodríguez Zapatero.

En este sentido, España no decepcionó. Por pasiva o por activa, ocupó buena parte del contenido de los discursos de clausura, que como es tradición los gobernantes comenzaban con un saludo a "Su Majestad". El presidente anfitrión, Fernando Lugo, destacó que el Rey es el único que ha asistido a las 21 cumbres celebradas.

Los elogios y felicitaciones al Rey y a Zapatero por el anuncio de ETA se extendieron durante la sesión. "El final de la violencia de ETA es un triunfo de las instituciones democráticas, un triunfo de la paz", manifestó Felipe Calderón, el presidente de México, cuyo país vive un periodo de creciente violencia por el narcotráfico. También se refirió a ello el chileno Sebastián Piñera: "Quiero felicitar al pueblo español por la victoria ante ETA. Se trata de un hecho formidable".

La cumbre fue la última de Zapatero, y así fue resaltado por Piñera, quien destacó que "a los buenos capitanes se los mide no solo en las aguas calmas, sino cuando enfrentan tormentas", y opinó que Zapatero supo "aguantar en situaciones muy complicadas". "Zapatero nos ha abierto las puertas de Europa", aseguró Evo Morales, el presidente de Bolivia, mientras Rafel Correa le dijo: "Un abrazo especial para ti, querido José Luis, y mucha suerte en esa próxima etapa de tu vida".