La plaza Tahrir de El Cairo, y sus alrededores, volvieron a vivir ayer una batalla campal entre manifestantes contrarios a la Junta Militar que gobierna Egipto y el Ejército. Por segundo día consecutivo, miles de personas se concentraron en el centro de la capital egipcia en unas protestas multitudinarias, que acabaron con nueve muertos y más de 360 heridos, justamente cuando se acababa de celebrar la primera vuelta de la segunda etapa de las elecciones parlamentarias en algunas zonas del país, tras la victoria de los islamistas en la ronda inaugural de los comicios.

El Ejército egipcio reprimió ayer con dureza a los manifestantes, que intentaban huir de la plaza por las calles laterales para evitar los fuertes golpes de los militares, que retiraron y quemaron las tiendas de campaña de los concentrados en la plaza, según se vio en las imágenes de la televisión egipcia. Los soldados dispararon al aire y algunos incluso lo hicieron contra los manifestantes, como se apreció en un vídeo de la agencia Reuters. Un incendio destruyó los archivos de la Academia Científica de Egipto, ubicada en un edificio aledaño a Tahrir, donde se guardan documentos de más de 200 años de antigüedad.

Los enfrentamientos entre los manifestantes y los soldados empezaron el viernes. Según algunos testigos, la violencia estalló después de que un joven fuera brutalmente golpeado por los militares, pero ayer, el primer ministro egipcio, Kamal Ganzuri, responsabilizó a los manifestantes de los disturbios del viernes junto al edificio del Consejo de Ministros, y aseguró que el Ejército no fue violento.

"EGIPTO, EN VUESTRAS MANOS" "Me dirijo a todas las fuerzas políticas y grupos, os digo que Egipto está en vuestras manos. Lo que está ocurriendo en las calles hoy no es una revolución, es más bien un ataque a la revolución", afirmó Ganzuri. "No hacemos frente a ninguna protesta pacífica con violencia", añadió.

No obstante, la Junta Militar egipcia expresó ayer "desolación" por los disturbios y anunció que indemnizará a las familias de los nueve "mártires" que han perdido la vida en los enfrentamientos. Algunos de los jóvenes concentrados criticaron la crudeza del Ejército --al que se acusó el viernes de lanzar objetos y piedras contra los manifestantes--, pero advirtieron de la presencia de baltaguiya (matones) infiltrados que lanzaban piedras contra los soldados.

Un oficial del Ejército aseguró que las tropas egipcias solo atacaban a los matones y ladrones que se colaron en la plaza entre los manifestantes, según la agencia de noticias Mena. Pero algunos de los atacados por los soldados eran ciudadanos corrientes que querían mostrar su rechazo a la Junta Militar y a su líder, el mariscal Husein Tantaui, al que se acusa de querer perpetuarse en el poder. Tantaui, que fue ministro de Defensa del expresidente egipcio, Hosni Mubarak, controla Egipto desde hace 10 meses, después de que la revolución popular provocara la caída del exmandatario.