Airados, pero admitiendo también importantes dosis de frustración, diversos miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emitieron ayer condenas a Israel por su política de asentamientos y por los crecientes episodios de violencia protagonizados por colonos.

Después de escuchar un informe de Óscar Fernández Taranco, asistente para asuntos políticos del secretario general, Ban Kimoon, Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal emitieron un comunicado en el que señalaron la amenaza al proceso de paz que representa a "la sistemática y deliberada" expansión de asentamientos y urgieron su "cese inmediato". Además, identificaron los ataques protagonizados por colonos como "claramente deliberados para agravar tensiones".

Otros países del Consejo se sumaron también con sus comunicados de condena, un paso que muchos consideran insuficiente. Así, el representante del Líbano, Nawaf Salam, confesó su "profunda decepción con la inacción del Consejo de Seguridad", mientras que el embajador de Rusia, Vitaly Churkin, que reconoció su "frustración", señaló a la responsabilidad de Washington. "Hay una delegación que cree que estos asuntos se solucionarán milagrosamente por sí solos", denunció.