Una decena de tanques del Ejército sirio han empezado este martes a abandonar el distrito de Baba Amro, en la ciudad de Homs, bastión de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad y objetivo de los últimos bombardeos del Ejército, ante la inminente llegada de los observadores de la Liga Árabe, que están en el país para comprobar la situación.

El presidente del Observatorio de los Derechos Humanos sirio, Rami Abdel Rahmane, ha confirmado que a las 08.00 horas al menos 11 tanques han salido del barrio aunque ha apuntado que esta salida es "una farsa" y ha asegurado que todavía quedan tanques. "El Ejército oculta en edificios del Gobierno", ha señalado Rahmane, que desconoce si los vehículos de transporte de tropas siguen en la zona o no.

Según Rahmane, los últimos bombardeos se han escuchado sobre las 06.45 horas, apenas 15 minutos después de que el jefe de la misión de la Liga Árabe, el sudanés Mohamed Ahmed Mustafá al-Dabi, anunciara que la delegación ya estaba en camino hacia Homs. Sin embargo, los opositores Comités de Coordinación Local han asegurado que los bombardeos siguen y han causado la muerte de al menos tres personas. Sherin Qabani, un activista de este grupo, ha precisado que los ataques se registran en los barrios de Al Inshaat y de Baba Amro, donde los carros de combate del Ejército "se han escondido" ante la visita de los observadores. Qabani también ha asegurado que en el barrio de Al Jalidiya se están produciendo manifestaciones, aunque este extremo no ha podido ser comprobado por las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.

Plan para acabar con la violencia

Un total de 50 observadores de la Liga Árabe llegaron el lunes a Siria para supervisar sobre el terreno la situación de violencia que vive el país, después de que la ONU cifrara en 5.000 personas las víctimas de la represión del régimen ante la revuelta popular iniciada el pasado mes de marzo. La misión forma parte de un plan impulsado por la Liga Árabe para acabar con la violencia en Siria que incluye la liberación de los opositores detenidos, la retirada del Ejército de las ciudades y la libre circulación por el país de los observadores árabes y de la prensa.

La llegada de los observadores de la Liga Árabe se produce después de que el lunes los bombardeos del Ejército sirio contra los opositores causaran la muerte de al menos 40 civiles, 34 de ellos en la provincia de Homs.