Suma y sigue en la escalada verbal que desde hace dos días enfrenta a EEUU e Irán a raíz del estrecho de Ormuz, una lengua de agua que separa las costas de Irán de las de los Emiratos Árabes Unidos y Omán por la que transita entre el 30% y el 40% del petróleo mundial comercializado por vía marítima. Hosein Salami, un alto comandante de los Guardianes de la Revolución, advirtió ayer de que EEUU no está en posición de dictar su ley en la región del golfo Pérsico y de que "cualquier amenaza" norteamericana será respondida con "otra amenaza". La víspera, un portavoz de la Quinta Flota estadounidense subrayó que no toleraría un eventual cierre por parte de Teherán de esta vía marítima, vital para los intereses estadounidenses. Por si el intercambio de acusaciones no fuera suficiente, un portaviones norteamericano fue identificado cerca de las aguas donde la Marina iraní está realizando maniobras.

"No renunciaremos a ningún movimiento estratégico si los intereses vitales de Irán se ven amenazados de alguna forma", aseguró Salami en declaraciones citadas por la cadena televisiva en lengua inglesa Press TV. "Los americanos no están en posición de impedir a Irán el cierre del estrecho de Hormuz", añadió. Aunque las posibilidades de que se desencadene un conflicto por Hormuz entre Irán y EEUU son remotas, la guerra de declaraciones entre dirigentes iranís y estadounidenses ya ha tenido su primer efecto en la economía internacional: el precio del barril de petróleo subió el martes, aunque ayer se redujo ligeramente.

MÁS LEÑA AL FUEGO La televisión iraní añadió más leña al fuego al difundir imágenes que muestran un portaviones, sin escolta, entrando en el mar de Omán, tras transitar por el estrecho de Hormuz. Parece tratarse del USS John C. Stennis, uno de los más grandes buques de guerra de la Marina estadounidense. Washington, por su parte, no quiso quedarse atrás y ayer mismo filtró a la prensa la inminente venta de cazas F-15 al reino de Arabia Saudí --aliado estadounidense y, por ende, enemigo acérrimo de Irán-- por valor de 29.400 millones de dólares (unos 22.680 millones de euros). Los 84 aparatos destinados a las Fuerzas Aéreas saudís están equipados con radares avanzados.

ATAQUES SUICIDA Todos los analistas militares coinciden en que la potencia de fuego de la Marina iraní no es capaz de contrarrestar la de la Quinta Flota estadounidense --con base en Baréin-- ni puede mantener un bloqueo naval indefinidamente. Sus fuerzas navales están compuestas por un centenar de pequeñas patrulleras costeras y 23 submarinos, sin autonomía suficiente para mantenerse durante largo tiempo en aguas abiertas en formación coordinada, lo que descarta una acción militar similar a la que emprendió EEUU durante la crisis de los misiles con Cuba en 1962. Sin embargo, los buques iranís podrían colocar minas en el fondo marino y disparar misiles contra los barcos, obstaculizando así la navegación marítima en el estrecho.

Otro de los procedimientos que podría emplear el régimen de los ayatolás para dificultar el tráfico de crudo sería recurrir a atentados suicida llevados a cabo por kamikazes a bordo de lanchas ligeras. Pero hundir a un superpetrolero es bastante complicado, opinan los expertos,.ya que son naves sólidas y de grandes dimensiones. "No creo que Irán quiera una guerra", declaró a Reuters Suzanne Maloney, experta en Irán del Brookings Institute. "Los iranís no tienen muchas cartas que jugar. Están aislados internacionalmente y en la región. Esta es la baza que intentan jugar cuando están desesperados", subrayó.

La amenaza iraní de cerrar esta vía marítima no es nueva. En junio del 2008, el entonces comandante de la Guardia Revolucionaria, Alí Mohamed Jafari, advirtió de que, en el caso de un ataque de EEUU, su país cerraría el estrecho al tráfico marítimo, tras una serie de incidentes navales entre ambos países. La amenaza no se materializó.