El temporal previsto para las próximas horas en la zona de la isla italiana de Giglio, frente a las costas de la Toscana, donde la noche del viernes naufragó el crucero Costa Concordia, amenaza las tareas para localizar a las 16 personas que continúan desaparecidas. El mal tiempo también puede complicar las labores de extracción de las 2.400 toneladas de carburante almacenadas en el buque, aunque por el momento no existe peligro de vertido.

Ante la posibilidad de que el temporal paralice las tareas de búsqueda de supervivientes, los buzos del cuerpo de bomberos y el resto de miembros de los equipos de rescate han intensificado las taréas de búsqueda. Sus últimos frutos se han producido esta madrugada cuando han hallado el cadáver de un pasajero que eleva a seis la cifra de fallecidos en el naufragio.

Según la unidad de crisis que está siguiendo la búsqueda de los desaparecidos, quedan aun sin localizar diez pasajeros y seis miembros de la tripulación. Entre esas personas está la peruana Erika Soria, de 26 años, integrante de la tripulación, de la que no hay noticias desde que se la vio saltar a una de las lanchas.

El domingo los bomberos encontraron los cuerpos sin vida de otras dos personas, una de ellas el mallorquín Guillermo Gual, de 68 años, que formaba parte de un grupo procedente de Palma de Mallorca. El otro fallecido es el italiano Giovanni Masia, de 86 años, de Portoscuso (Cerdeña), que viajaba con su esposa de 83 años, su hijo, la nuera y dos nietos. Los otros tres fallecidos son un peruano miembro de la tripulación y dos turistas franceses. Los equipos de rescate son pesimistas sobre la posibilidad de hallar más personas vivas.