La situación judicial del comandante del Costa Concordia, el buque que naufragó la noche del viernes frente a la isla de Giglio, en la Toscana italiana, se complica después de que hayan salida a la luz las conversaciones telefónicas entre un oficial de Capitanía y el capitán del crucero poco después del naufragio, cuando apenas había empezado la evacuación. Francesco Schettino, detenido desde el sábado por riesgo de fuga, fingió seguir en el barco cuando ya había abandonado la nave, según recogen este martes los medios italianos. Por otra parte, los equipos de rescate han retomado la búsqueda de supervivientes y la pasada noche localizaron un nuevo cadáver, que eleva a 7 el número de muertos y sitúa en 28 la cifra de desaparecidos.

La primera conversación entre la Capitanía de Puertos de la Guardia Costera y Schettino se produjo a las 00.32 horas del sábado, cuando, según algunos testigos, el comandante ya había abandonado el Costa Concordia. El oficial de Capitanía le pregunta cuántos pasajeros quedan a bordo a lo que el capitán responde que ya habían sido evacuadas 4.000 personas, cuando en realidad solo 40 habían dejado el barco.

"Ahora vuelvo al puente (de mando)", aseguró Schettino, antes de explicar que se había ido a popa, la parte trasera del barco, para "saber qué estaba pasando". "¿Está solo usted?", le pregunta el oficial, a lo que el capitán responde que sí, que cree que está solo.

"Hemos abandonado el barco"

En la segunda llamada, a las 0.42 horas, Capitanía le vuelve a preguntar por la cifra de personas por evacuar. "He llamado a la compañía y me dicen que son un centenar de personas", afirma el comandante. En esos momentos, el proceso de evacuación estaba en pleno apogeo. "Yo estoy coordinando", insiste antes de confesar que no estaba a bordo. "Hemos abandonado el barco. No podemos estar a bordo porque el buque estaba apopándose", confiesa. El oficial, sorprendido, le pregunta: "¿Ha abandonado el barco?". "No no, digo que no he abandonado el barco", contesta Schettino.

Sin embargo en una tercera llamada, a las 01.46, una hora más tarde, cuando el oficial le ordena que dirija el proceso de evacución y le diga cuántos pasajeros quedaban y concretase la cifra de mujeres y niños, el capitán confiesa que ya no está en el barco. El oficial le informa de que "ya hay muertos". "Cuántos?", pregunta el capitán. "Eso debería decirmelo usted. ¿Qué quiere hacer? ¿Quiere irse a casa? Ha dicho que ha abandonado la nave. Ahora mando yo. Vuelva arriba y díganos qué se puede hacer, cuántas personas quedan y qué necesitan", le espeta el oficial, al que Schettino responde, fingiendo aún que seguía bordo, "Está bien. Estoy yendo".

Declaración ante el juez

Schettino permanece bajo arresto por orden de la Fiscalía de Grosseto, que le investiga por supuesto homicidio culposo múltiple, naufragio y abandono de la nave. Está previsto que el capitán, que ha recibido asistencia psicológica, declare este martes ante el juez que lleva el caso.

Último balance: 7 muertos y 28 desaparecidos

Mientras, sobre el terreno, los equipos de rescate que trabajan en la búsqueda de supervivientes en el Costa Concordia han localizado esta madrugada otro cadáver, que eleva a siete la cifra de víctimas mortales y sitúa en 28 la de las personas desaparecidas. El cuerpo no ha podido ser recuperado todavía, según recoge este martes la edición digital del diario La Stampa.

Según el comandante general de los guardacostas italianos, Marco Brusco, entre los turistas desaparecidos hay seis italianos y 10 alemanes, además de cuatro franceses y dos estadounidenses, un peruano y otros dos de nacionalidad por determinar. Asimismo, entre los desaparecidos hay cuatro miembros de la tripulación.

Las labores de rescate se retomaron la pasada noche después de que el lunes el mal tiempo y el hecho de que el barco se hubiera movido peligrosamente obligaran a suspender los trabajos.

Pendientes del carburante

Además de la tragedia humana, las autoridades italianas se han movilizado para evitar un desastre ecológico si se produce una fuga de las 2.380 toneladas de combustible que hay en el buque. El ministro de Medio Ambiente, Corrado Clini, ha asegurado que por ahora "aparentemente" no hay fuga de carburante, pero ha dado a la naviera Costa Cruceros un plazo de 48 horas para presentar un plan viable para extraer el combustible. Una veintena de expertos holandeses, llegados a la isla expresamente para este motivo, trabajan para intentar extraer el fuel de forma segura. El alcalde de la isla de Giglio, una zona de parque natural, ha señalado que la situación es "una bomba ecológica".