Mohamed Merah, el joven de 24 años que está acorralado por la policía francesa en Toulouse como presunto autor de siete asesinatos en la zona, trabajaba como mecánico y había intentado entrar en la Legión Extranjera en el 2010. Merah, francés de origen argelino, fue expulsado de este cuerpo de élite del Ejército francés en su primer día y en la actualidad trabajaba como chapista en un taller de Toulouse.

El presunto asesino entró en contacto con medios islamistas radicales con los que también estaba relacionado su hermano, detenido esta madrugada. Merah, que asegura pertenecer a Al Qaeda, efectuó dos viajes a la frontera entre Pakistán y Afganistán, en el 2010 y el 2011, para integrarse en grupos combatientes de talibanes en una región en la que actúa el Movimiento de los Talibanes de Pakistán.

Tras haber sido sometido a entrenamiento por estos grupos, el joven efectuó incursiones en Afganistán para combatir a las fuerzas de la OTAN. En una de esas incursiones fue controlado por la policía afgana en Kandahar, aunque no fue arrestado pese a que su nacionalidad llamó la atención de los agentes, que informaron a los servicios secretos extranjeros.

En las negociaciones para rendirse que el joven mantiene con la policía, Merah se ha definido como un muyahidín de Al Qaeda y ha confesado ser el autor de la matanza en el colegio judío de Toulouse y de la muerte de tres militares en Toulouse y en la vecina Montauban. Según ha dicho a los agentes que le mantienen rodeado, mató a los niños de la escuela hebrea para "vengar" a los menores que fallecen en Palestina y mató a los militares franceses por las intervenciones de Francia en el extranjero, en particular en Afganistán.