El nuevo presidente francés, Francois Hollande, ha recibido este martes el collar de la Legión de Honor gala, en el marco de la sobria ceremonia de toma de posesión celebrada en el Palacio del Elíseo que ha supuesto el final del mandato del presidente saliente, Nicolas Sarkozy.

Pasadas las 10.30 horas, Sarkozy ha pasado el testigo a Hollande, que ha estampado su firma para aceptar el cargo de presidente galo, antes de recibir el collar de Gran Maestro de la Legión de Honor, la máxima condecoración que otorga la República de Francia.

Tras la salida de Sarkozy y la exprimera dama Carla Bruni del palacio del Elíseo, Hollande ha dado su primer discurso como presidente francés, en el que ha trasladado "un mensaje de confianza" a los ciudadanos, a quienes ha transmitido que Francia es "un gran país" que superará las dificultades "elevándose" y no "doblegándose".

Hollande se ha comprometido a promover la "convivencia" de "todos" los franceses en torno a los "valores" de la República francesa y ha asegurado que devolverá al país a la senda de "la justicia" y abrirá "una nueva vía en Europa", además de "contribuir a la paz en el mundo".