El mismo día en que François Hollande ha tomado posesión de la presidencia de Francia, el socialista que muchos pensaron que llegaría a ese puesto ha dado un nuevo paso en la guerra judicial desatada tras el escándalo sexual que hundió su carrera. Un año y un día después de ser acusado y detenido por una supuesta agresión a la empleada de un hotel de Nueva York, Dominique Strauss-Kahn ha presentado una demanda en un tribunal del Bronx donde reclama a la mujer, Nafissatou Diallo, un millón de dólares (783.000 euros) por difamación.

La documentación presentada por los abogados del exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) (donde se asegura que "algunos consideraban que sería el próximo presidente de Francia"), acusa a Diallo de provocar "daño grave" a su reputación personal y profesional, "angustia emocional" y "apuros económicos", y llega a decir que "la maliciosa y gratuita acusación falsa" hizo a DSK perder "otras oportunidades profesionales", aunque no se detallan.

La demanda es la última vuelta de tuerca en un proceso largo. Tras su detención el 14 de mayo del año pasado y el encausamiento, ante el que DSK presentó su dimisión del FMI, el caso ante la justicia criminal se desestimó en agosto. Diallo, no obstante, presentó una demanda civil y aunque los abogados de Strauss-Kahn intentaron que fuera desestimada, hace unos días un juez rechazó sus intentos de apelar a la inmunidad diplomática y permitió que siguiera adelante.

Relaciones sexuales consentidas

En su demanda contra Diallo, DSK admite que tuvieron relaciones sexuales pero, como ha hecho desde el principio, asegura que fueron "mutuamente consentidas". El político y economista recuerda también que fue "sometido a un cacheo desnudo degradante y humillante, fotografiado desnudo y obligado a proveer muestras penales (sic) como parte de un examen médico".

La demanda también pone el dedo en la llaga de una diferencia entre el sistema policial y judicial estadounidense y el francés que siempre ha incomodado a los europeos: el hecho de que en EEUU un detenido puede ser expuesto ante los medios incluso antes de un juicio. "El señor Strauss-Kahn tambien fue paseado ante la prensa internacional esposado como parte de un perp walk diseñado para humillarlo aunque no había cometido ningún crimen", denuncia la demanda.