Un grupo de ciudadanos tunecinos, víctimas de la primavera árabe, se han cosido la boca este jueves para denunciar que llevan más de un año sin recibir atención sanitaria. Los protagonistas de la protesta, acampados frente al Parlamento de Túnez desde hace un mes, han decidido llevar a cabo ese gesto simbólico para evidenciar que las autoridades siguen haciendo caso omiso de su situación.

"Hemos decidido cosernos las bocas porque gritamos y nadie nos escucha", ha declarado Mohamed Snussi, uno de los participantes en la protesta, que se autodenominan Los Heridos de la Revolución de Túnez.

Durante el derrocamiento del régimen del presidente Ben Alí, algunos de los manifestantes resultaron heridos pero no recibieron atención médica. "Me voy a coser la boca para apoyar a todas las personas heridas durante la revolución en el país. Nunca perdonaremos a los diputados la falta de interés que han mostrado hacia nosotros", ha afirmado Hamza Misaui, otro de los protagonistas de la denuncia.

Los manifestantes también aseguran que fueron torturados por la policía. Es el caso de Malek Alui, herido el 28 de enero, que afirma que fue golpeado por los agentes y que estos "apagaban sus cigarrillos en nuestros cuerpos".