El G8 ha acrecentado la presión sobre Irán y le ha exigido este sábado que desvele más datos sobre el objetivo de su programa nuclear, en vistas a la cumbre que tendrá lugar el próximo miércoles entre Teherán y el Grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania. El G8 ha valorado "la importancia de emprender un esfuerzo uniforme de cara a las conversaciones de Bagdad de la próxima semana" y todos los líderes han urgido a Irán a que "tome pasos concretos para garantizar a la comunidad internacional del propósito pacífico de su programa" nuclear, ha indicado a Reuters un responsable gubernamental norteamericano.

Según han confirmado fuentes del Gobierno estadounidense al diario norteamericano 'The New York Times', el Grupo 5+1 ha diseñado un paquete de incentivos para que Irán acepte suspender un mayor enriquecimiento de uranio que le facilitaría la fabricación de armas nucleares.

Estos incentivos podría traducirse en una suavización de las restricciones en la adquisición de componentes para aviones o en ayuda técnica para la industria energética iraní, si bien estas mismas fuentes estadounidenses han descartado la revocación de las sanciones impuestas sobre la exportación de petróleo, que entrará en vigor en julio.

Precisamente, estas sanciones sobre el sector petrolífero, a ojos del Gobierno estadounidense, es la pieza clave que habilita aún la vía diplomática para vislumbrar una solución al programa nuclear iraní.

Aunque, Washington descarta grandes avances en la cumbre de este miércoles, según han sostenido estas fuentes gubernamentales norteamericanas, el Gobierno presidido por Barack Obama considera dicha reunión pondrá a prueba la voluntad de Irán a dialogar más y, por ende, a negociar las condiciones del programa nuclear.

Si se producen avances, Obama podría seguir jugando la carta de la diplomacia, en detrimento del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que aboga por una intervención militar. Las tensiones entre Israel e Irán han remitido en las últimas semanas, si bien Netanyahu continúa mostrándose escéptico sobre los resultados de las conversaciones con Teherán. Hasta ahora, Estados Unidos tampoco ha descartado por completo un ataque militar, al igual que Reino Unido.