Melissa Bassi, de 16 años, murió ayer enfrente mismo de su propia escuela, en la ciudad de Brindisi, en el sur de Italia, cuando tres bombonas de gas accionadas con un sistema de relojería hicieron explosión. Veronica Capodieci, otra joven de la misma edad, resultó gravemente herida y ha sido operada, al tiempo que hay otros cuatro heridos leves. Se trata de la primera ocasión que en Italia se produce un atentado de semejantes características y frente a un centro educativo.

Anna Maria Cancellieri, ministra de Interior, confirmó que se siguen todas las pistas, pero que se trataba de un atentado "anómalo y complejo". En esa región italiana, opera la cuarta de las mafias italianas, la más pequeña, conocida con el nombre Sacra Corona Unita, formada por un consorcio criminal local y de las otras tres mafias del país (Cosa Nostra, Camorra y 'Ndrangheta).

Eran las 7.45 horas y los autocares acababan de descargar a los primeros chicos y chicas que procedían de los pueblos de la periferia de Brindisi, en la región de Apulia, frente a la escuela Francesca Morvillo Falcone. Los artefactos explosionaron en ese preciso momento; de haberlo hecho pocos minutos más tarde, habrían causado una auténtica masacre, ya que es 15 minutos más tarde cuando se aglomera más gente ante la escuela profesional de moda y turismo.

Las bombonas estaban colocadas en un contenedor de basura, habitualmente situado detrás de unas vallas publicitarias, pero que ayer se encontraba precisamente más cercano a la escuela. Sobre el terreno, ha sido hallado un rudimentario sistema de relojería, lo que confirmaría, según los investigadores, la organización de los autores y su voluntad de matar, y excluiría la posibilidad de acción de algún mitómano.

La pista sobre un atentado de tipo mafioso es la que cuenta, por el momento, con más elementos a favor, aunque no se descarta otras hipótesis. La escuela lleva el nombre precisamente de la esposa del juez Falcone, quien precisamente, hace 20 años, en mayo de 1992, fue asesinada junto con su marido en un espectacular atentado. Dicha escuela había recibido recientemente el Premio de la Legalidad, que se ha concedido por primera vez en Italia gracias al compromiso de sus jóvenes estudiantes para introducir cotas de legalidad en una región dominada por las mafias.

El juez Pier Luigi Vigna ha añadido que, además, la mafia "odia a la escuela y a la educación, prefiriendo tener atados a sus miembros a tradiciones ridículas". Vigna ha subrayado que en Apulia, la mafia local, tras la pérdida de valor del contrabando de tabaco, ha perdido poder, por lo que un atentado semejante podría constituir una "afirmación de su fuerza".

MUJERES JÓVENES Desde los años 90, los movimientos en favor de la cultura de la legalidad se multiplicaron a partir de las escuelas, primero sicilianas y después del sur de la península, y principalmente de la mano de las mujeres jóvenes. Precisamente hoy debía llegar a Brindisi una "caravana de la legalidad" que está recorriendo el sur italiano. Sin embargo la ministra Cancellieri ha subrayado que no existen "elementos para decir que se trata de un típico atentado mafioso, ya que presenta modalidades no habituales ni típicas de los mensajes mafiosos".

Todos los comentarios de políticos e investigadores subrayaron ayer la "novedad" de que el atentado haya sido perpetrado frente a una escuela. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, ha manifestado su pésame "a la familia de la víctima y a los ciudadanos de Brindisi", renovando una reciente llamada que hizo, a raíz de algunos atentados contra sedes de hacienda, "a la vigilancia y a la firme y unánime lucha contra cualquier tipo de violencia subversiva". En EEUU, donde se halla con motivo de la cumbre del G-8, Mario Monti ha manifestado su "profundo dolor, consternación y repulsa", asegurando al jefe del Estado que "el Gobierno tiene la intención de actuar con firmeza y determinación para contrastar cualquier tipo de crimen".