El controvertido escudo antimisiles concebido para proteger a Europa de un potencial ataque con misiles balísticos está ya "listo y operativo", según anunció en Chicago el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. El sistema dispone ya de "capacidad interina" con la instalación de un radar avanzado en Turquía, además de un satélite de comunicaciones y un buque especializado de defensa antiaérea en el Mediterráneo. "Es el primer paso hacia el objetivo a largo plazo de dar una protección completa al territorio y la población de Europa", aseguró Rasmussen.

UNA AMENAZA El escudo antimisiles ha enturbiado todavía más las relaciones con Rusia, que considera la medida como una amenaza para su poder de disuasión y ha llegado decir que desplegaría misiles en las fronteras de la Unión Europea en caso de consumarse el proyecto. Los planes de la OTAN pasan por expandir el alcance y la capacidad del escudo con el despliegue durante los próximos años de misiles estadounidenses en Rumanía y en Polonia, así como de cuatro buques de su armada en la base naval española de Rota. Los detalles del acuerdo bilateral entre Madrid y Washington todavía no se han firmado. La Alianza Atlántica pretende que el sistema esté plenamente operativo en el 2018. Otros países como Alemania y Holanda ya contribuyen al proyecto con los misiles Patriot instalados en su territorio.

Además de las críticas rusas al proyecto trasatlántico, el escudo antimisiles despierta interrogantes entre algunos expertos. Ya sea porque estos dudan de que en realidad sea efectivo o porque consideran que las amenazas esgrimidas han sido sobredimensionadas.