Los observadores de la ONU en Siria confirmaron ayer la matanza de al menos 92 personas en la localidad de Al Haula, provincia de Homs, e indicaron que entre los muertos hay 32 niños menores de 10 años. Anoche, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió con carácter urgente para tratar la situación. Rusia ya dijo que vetará cualquier declaración hasta que el jefe de los observadores no dé explicaciones.

El jefe de la misión que vigila la tregua en Siria, el general Robert Mood, destacó "el uso de proyectiles de artillería", sugiriendo así que las fuerzas sirias cometieron la masacre. No obstante, el régimen de Damasco negó su responsabilidad y atribuyó las muertes a "centenares de hombres armados" que atacaron también a soldados, según el portavoz del Ministerio de Exteriores sirio, Jihad Makdissi.

"No había tanques sirios ni artillería en Al Haula. Niños, mujeres y otra gente inocente fueron asesinados en sus casas y este no es el estilo del Ejército sirio", aseguró Makdissi. El Gobierno anunció a continuación la creación de una comisión para investigar los crímenes.

Las tropas sirias bombardearon ayer Hama y Rastan y el Ejército sirio combatió contra los rebeldes en Hama y en suburbios de Damasco. La situación ha vuelto a empeorar en Siria a las puertas de la visita del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, que llega hoy a Damasco para ver al presidente sirio, Bashar el Asad, y a representantes de la oposición.