Julian Assange, fundador de Wikileaks, sabrá hoy si será o no extraditado a Suecia, donde está acusado de varios presuntos delitos sexuales. El Tribunal Supremo, la máxima instancia de la justicia británica, anunciará el veredicto sobre la euro orden, que fue examinada en una vista de dos días el pasado mes de febrero.

Si el Supremo, integrado por siete jueces, falla a favor de Assange, la sentencia sentará jurisprudencia y obligará a reconsiderar todo el sistema europeo de extradición exprés. Assange de 40 años, en confinamiento domiciliario desde diciembre del 2010 en Inglaterra, quedaría inmediatamente en libertad. Pero en el caso de que el exhácker pierda la apelación, su única salida será la de apelar a la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH). El tribunal de Estrasburgo tendría 14 días entonces, para decidir si acepta o no el recurso.

Tecnicismo legal

La defensa de Assange ha basado su apelación ante el Tribunal Supremo es un tecnicismo legal. Su abogada, Dinah Rose, argumenta que orden europea fue dictada por la fiscalía sueca y ésta no es la "autoridad judicial competente" para tal menester. La euro orden es un procedimiento legal muy específico, creado por la Unión Europea en el 2001, para agilizar la entrega de sospechosos de delitos terroristas.

Anteriormente los abogados de Assange habían alegado que la demanda de Suecia era una treta para enviar más tarde al australiano a Estados Unidos, donde acabaría siendo juzgado por la publicación en Wikileaks de los cables confidenciales de personal militar y diplomático. La defensa también evocó la falta de pruebas que sustenten los delitos de violación y abusos sexuales, de los que acusan a Assange dos mujeres con las que mantuvo relaciones. Esos argumentos se han retirado, después de que dos tribunales de menor rango que el que hoy debe pronunciarse, dictara sentencia a favor de la extradición de Assange.