El Gobieno de Israel ha entregado hoy a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), como "gesto humanitario" y "con la esperanza de reanudar los esfuerzos de paz", los restos de 80 palestinos muertos en ataques contra israelís a lo largo de décadas de conflicto; otros 11 serán transferidos a la franja de Gaza, controlada por el movimiento islamista Hamás.

Los cuerpos habían estado enterrados, algunos de ellos durante décadas, en un cementerio militar israelí para "combatientes enemigos" en la Cisjordania ocupada. "Esperamos que este gesto humanitario servirá para restablecer la confianza y volver a encarrilar el proceso de paz", ha afirmado en un comunicado Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu. "Israel está dispuesto a reanudar inmediatamente las conversaciones de paz, sin condiciones", añadió.

El responsable de Asuntos Civiles de la ANP, Husein al Cheij, afirmó que los restos de los "91 mártires" estaban enterrados "de manera inhumana, en el valle del Jordán, en tumbas numeradas". Los restos han sido trasladados al cuartel general del presidente palestino, Mahmud Abbas, donde se celebrará una ceremonia oficial, antes de ser entregados a los familiares.

Entre los restos restituidos se encuentran los de los ocho miembros del comando que en marzo de 1975, después de haber desembarcado en una playa, asaltó el Hotel Savoy de Tel-Aviv y se atrincheró tomando como rehenes a los clientes. En el posterior asalto israelí murieron ocho rehenes, tres soldados israelís y los ocho miembros del comando palestino. Otros cinco rehenes fueron liberados.

Según la agencia palestina Wafa, Israel tiene en su poder los cadáveres de otros dos centenares de lo que los palestinos consideran mártires y miembros de la resistencia, e Israel considera terroristas.

Como ya ocurrió en el intercambio de presos palestinos por el soldado israelí secuestrado Gilad Shalit, la Asociación de Víctimas de Terrorismo, políticamente situada a la derecha, presentó infructuosamente un recurso al Tribunal Supremo de Israel para impedir la transferencia de los restos.