El Gobierno de Francia prepara un decreto para la semana que viene con el que devolverá a los ciudadanos que hayan trabajado al menos 41 años el derecho a jubilarse a los 60 años, revertiendo en parte el alcance de la reforma del sistema de pensiones acometida en 2010 por el anterior Ejecutivo, según apuntó el primer ministro galo, Jean-Marc Ayrault.

En una entrevista concedida a la cadena 'BFM TV', el primer ministro francés explicó que no será necesario aprobar una nueva ley para enmendar la anterior reforma, sino que bastará con un decreto, que será presentado el próximo 6 de junio en una reunión del gabinete de Gobierno.

"Restaurar la edad de jubilación a los 60 años para aquellos que han trabajado 41 años será el elemento principal del próximo encuentro del Gabinete, al que se someterá a su aprobación un decreto", dijo Ayrault, quien precisó que la medida está dirigida a las personas "que comenzaron muy pronto en sus trabajos y han contribuido muchos años al sistema".

El presidente Hollande, que alcanzó el poder a mediados de mayo, había convertido en uno de los puntos clave de su programa electoral la modificación de la reforma del sistema de pensiones sacada adelante por el Gobierno de Nicolas Sarkozy, a pesar de las advertencias de Bruselas respecto al impacto de esta vuelta atrás sobre las cuentas del país.

La reforma del sistema de pensiones aprobada durante el mandato de Sarkozy elevaba la edad legal de jubilación a los 62 años, dos por encima de la anterior, en el marco de las medidas de ajuste puestas en marcha para recortar el déficit galo y consolidar las cuentas públicas.

De hecho, las agencias de 'rating' han venido defendiendo que esta reforma del sistema de pensiones supone un elemento fundamental para que Francia conserve su estatus de 'triple A', que, sin embargo, Standard & Poor's rebajó el pasado mes de enero.