El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha condenado el atentado suicida en la provincia de Jost (este), que ha provocado la muerte a al menos 16 civiles y tres soldados extranjeros y ha dejado 32 heridos, y ha acusado a "sirvientes de poderes extranjeros", sin dar más detalles al respecto.

"Estos ataques son llevados a cabo por los sirvientes de poderes extranjeros para asesinar a afganos y provocar inseguridad en el país", ha dicho Karzai, según fuentes de Presidencia citadas por la agencia afgana Pajhwok.

"Los enemigos del Islam y de Afganistán han ejecutado de nuevo un ataque terrorista en un área pública", ha subrayado, antes de ofrecer sus condolencias a las familias de las víctimas y de desear una rápida recuperación a los heridos.

Según el jefe de la Policía en la provincia de Jost, Sardar Mohamad Zazai, el terrorista iba montado en una motocicleta y detonó sus explosivos junto a una mezquita, en una zona muy concurrida de la ciudad. Zazai ha cifrado en 16 los civiles fallecidos y las autoridades locales han añadido que al menos 30 personas han resultado heridas, incluidos mujeres y niños.

Un testigo, un comerciante local llamado Gul Mohammad, ha explicado que las tropas de la OTAN y las afganas estaban sirviéndose de dados biométricos para controlar a la población de Jost, capital de la provincia del mismo nombre, cuando "repentinamente se produjo una explosión".

Jost es uno de los principales teatros de operaciones del grupo armado Haqqani, vinculado a los talibán y al que Estados Unidos ha acusado de una serie de atentados con bomba en Kabul y de ataques contra las fuerzas internacionales en otras partes del país.