Simpática, atenta, mal vestida pero no fea, glotona impenitente, amante del vino y... ¡una sentimental! Así ve el expresidente francés Nicolas Sarkozy a la cancillera alemana, Angela Merkel, según las confidencias recogidas por su antigua ministra de Sanidad, Roselyne Bachelot, en su recién publicado libro, que tiene el combativo título A sangre y fuego.

En el volumen, centrado en la campaña electoral y en el que la exministra se muestra muy crítica con la deriva derechista de Sarkozy, Bachelot reproduce algunas anécdotas que ilustran la complicidad que se instaló entre ambos mandatarios. "Es muy simpática Angela, sabes. Cuando le gusta una película, me la envía", le contó el exjefe del Estado, que se muestra menos entusiasta sobre los gustos de vestuario de Merkel. "Se viste...lleva esas chaquetas...pero no es fea", comentó Sarkozy.

¿La debilidad de la cancillera? "Adora el vino. Come pan con mantequilla y queso. Y cuando tenemos una reunión, quiere que tomemos el desayuno en el comedor. ¿Sabes por qué? Porque hay menos comida cuando lo sirven en la habitación, mientras que en el comedor ¡hay un bufet!", le explicó a Bachelot, a la que también le gusta la buena vida y acaba de librar con éxito una dura batalla contra los kilos.

Si Sarkozy tenía el detalle de enviar un buen borgoña a Merkel, esta correspondía a su homólogo francés con un podómetro para sus sesiones de footing. También le regaló un humidificador de cigarros concebido especialmente para él. Según el expresidente, además de tener un buen saque, Merkel es una noctámbula. "Cuando terminamos una reunión, quiere que vayamos a tomar una copa al bar. Yo ya le he dicho sin embargo que no bebo alcohol". La exministra pone también en boca de Sarkozy un episodio que roza la escena de celos: "Finalmente es muy sentimental. En la cumbre de Cannes noviembre del 2011 me tuve que poner del lado de Obama en una cuestión técnica. Estaba a punto de llorar, vi cómo le temblaban las manos, y le dije a Obama: 'Voy a reconciliarme con ella'. Es muy emotiva...".

"Influencia oscura"

En su libro, subtitulado Diario secreto de una presidencial peligrosa, Bachelot denuncia una campaña en la que Sarkozy se puso en manos de "la influencia oscura e incomprensible" de un trío de consejeros que le llevó a flirtear con la ultraderecha. Y lamenta que el presidente, que en el 2007 apostó por una Francia "abierta y diversa", se haya comportado como un "autócrata". "Demasiado a menudo en estos meses de batalla electoral me ha parecido otra persona. Por qué diablos Sarkozy ha renegado de Sarkozy?", se pregunta.