El candidato presidencial egipcio Ahmed Shafiq, último primer ministro durante el régimen de Hosni Mubarak, ha asegurado este jueves que está seguro de que se ha impuesto en la segunda vuelta de los comicios presidenciales, aunque ha apuntado que esperará a la publicación de los resultados oficiales para anunciar su victoria.

En este sentido, ha dicho que no quiere colaborar con la inestabilidad social, por lo que ha preferido mantenerse en silencio y no declarar su victoria hasta que se produzca el anuncio oficial por parte de la Comisión Electoral.

"No publicamos los resultados preliminares asegurando que eran resultados definitivos", ha subrayado, en referencia al candidato de Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi. "Los medios de comunicación nos piden que respondamos a las afirmaciones del otro candidato, pero no haremos lo que hizo él (por Mursi). Hermanos Musulmanes dice tener una información que solo está en posesión de la Comisión Electoral", ha agregado.

Tanto Mursi como Shafiq se han atribuido la victoria en base a sus propias proyecciones. Hermanos Musulmanes y múltiples activistas y revolucionarios consideran a Shafiq como el favorito del Ejército y como un residuo del régimen anterior, por lo que se han posicionado en su contra.

Así, Shafiq ha apuntado que es el pueblo el que elige al presidente, desacreditando los informes que señalan que tanto Mursi como él habrían podido alcanzar algún acuerdo con las potencias extranjeras. "Estoy seguro de que los líderes mundiales aceptarán al vencedor, y la historia no perdonará a ningún país que intente interferir en la decisión de los votantes", ha argumentado.

"Pido a todos los egipcios que cooperen por el bien de Egipto. Extiendo mi mano a todos. El tiempo de la exclusión ha terminado", ha apostillado Shafiq, según ha informado el diario egipcio 'Al Masry al Youm'.

La publicación de los resultados estaba prevista para este jueves, pero la comisión anunció que se retrasaría hasta el fin de semana. Sin embargo, el organismo ha manifestado que está estudiando ordenar la repetición de los comicios en alrededor de un centenar de colegios como una de las fórmulas para resolver las reclamaciones de los dos candidatos a jefe de Estado.