Paraguay ha regresado a sus modos más sombríos. El presidente Fernando Lugo ha sido destituido por el Senado por "mal desempeño de sus funciones". La votación ha sido abrumadora: 39 votos culpable, cuatro por la absolución, dos ausentes. El exobispo ha prometido resistir una decisión con olor a golpe de Estado. Su salida tiene parentescos con la crisis política hondureña de hace dos años, cuando Manuel Zelaya fue expulsado del poder.

Hace cuatro años, Lugo era el nombre de una esperanza: había terminado con la hegemonía de casi seis décadas del corrupto Partido Colorado. Su gestión estuvo salpicada por varios escándalos de paternidad. Pero su caída no ha obedecido a esas razones. El mandatario ha sido acusado de complacencia durante la ocupación de una finca el pasado 15 de junio en Curuguaty, a unos 240 kilómetros de Asunción, donde murieron 17 personas, seis policías y 11 campesinos. El episodio no ha sido aún esclarecido.

También se le responsabiliza de haber permitido la presencia en los cuarteles de militantes socialistas y fomentar una agrupación campesina que los grandes terratenientes califican de subversiva. De esta manera, Paraguay vuelve a enfrentarse a una situación tan delicada como la de 1999, que marcó la salida del poder de Raúl Cubas, en medio de incidentes que acabaron con varios muertos.

Sometimiento a la decisión del Senado

El destituido presidente se ha sometido a la decisión del Senado aunque, en su opinión, la ley "haya sido torcida como una frágil rama al viento". "Esta noche salgo por la puerta más grande de la patria, salgo por la puerta del corazón de mis compatriotas", ha dicho un Lugo de gesto adusto, en medio del aplauso de sus colaboradores, presentes en su despedida en el Palacio.

"Hoy no es Fernando Lugo el que recibe un golpe, es la Historia paraguaya, su democracia, la que ha sido herida profundamente", ha afirmado el exmandatario, para denunciar que se han transgredido todos los principios de la defensa "de manera cobarde y alevosa". Lugo ha llamado a sus partidarios a manifestarse de manera pacífica.

"Asalto al sistema democrático"

"Las violaciones se repiten. Esto es una condena anunciada con libreto impreso. No puedo concebir tamaña burla", ha declarado el abogado de Lugo, Adolfo Ferreiro, durante el alegato de la defensa. "Lo que se busca es el derrocamiento de un presidente. Es un asalto al sistema democrático", ha añadido.

Senadores del Partido Colorado han rechazado esos comentarios y han asegurado que el proceso se ha desarrollado con absoluta normalidad. "La Inquisición también fue pacífica y ordenada", les ha respondido Ferreiro, recordando que en el Congreso "no se probó nada" contra Lugo.

Miles de simpatizantes del mandatario han seguido las deliberaciones en las afueras del Congreso, mientras que los cancilleres de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur), llegados a Asunción para evitar el temido desenlace, han condenado la destitución.

Elecciones nacionales a 10 meses vista

Según el secretario general de Unasur, Alí Rodríguez, la delegación no obtuvo "respuestas favorables a las garantias procesales" de Lugo. "Las acciones en curso podrían ser comprendidas en los articulos 1, 5, y 6 del Protocolo Adicional del Tratado Constitutivo de Unasur sobre el compromiso con la democracia, configurando una amenaza de ruptura al orden democrático", ha explicado Rodríguez. En su opinión, la decisión del Senado "va a crear una gran conmoción nacional".

Todo esto sucede a poco más de diez meses de las elecciones nacionales, en las que se elegirá al próximo mandatario, así como a los representantes del Congreso nacional y las gobernaciones departamentales. El presidente Lugo ha señalado que los opositores “quieren robar la suprema decisión del pueblo” que lo eligió el 20 de abril de 2008 para un mandato de cinco años, que termina el 15 de agosto de 2013. Las elecciones están previstas para el 23 de abril del año que viene.

Recurso de inconstitucionalidad

Lugo había presentado por la mañana ante el Tribunal Supremo un recurso de inconstitucionalidad contra el juicio político al que se le ha sometido. "Los que se han beneficiado durante años y décadas de los bienes del Estado, los que han vivido privilegiadamente en los últimos años y (...) ellos están detrás de este golpe de Estado parlamentario", ha declarado a la cadena venezolana Telesur.

El mandatario asegura que cuenta con un "un gran apoyo popular" pese a no haber cumplido con muchas de sus propuestas electorales. "Este ha sido un Gobierno transparente y honesto, eso no lo puede negar nadie", ha afirmado. En declaraciones a Telesur, Lugo ha dicho que el juicio es una conjura "sin ningún argumento válido".

El Congreso le acusa de inacción durante el desalojo de la finca de un exsenador colorado (hoy oposición, pero durante casi seis décadas en el poder), lo que provocó la muerte de 11 campesinos y siete policías.

Acusaciones contra un dirigente colorado

Sin bases políticas propias y sin posibilidad de reelección, Lugo tenía problemas para imponer un candidato propio. Fue entonces cuando cometió un error imperdonable para los liberales, sus aliados en el Gobierno: empezó a negociar una nueva alianza con un grupo de colorados, perteneciente al sector que lidera la presidenta del partido, Lilian Samaniego. Eso le granjeó odios de los colorados más conservadores y del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).

Según Lugo, existen "indicios bastante claros" que apuntan a que el precandidato a presidente del Partido Colorado Horacio Cartes está detrás del proceso al que se enfrenta. "La única manera que pueda crecer su candidatura es eliminando al proceso democrático iniciado en el 2008", ha considerado el presidente.

Cartes es dueño de una incalculable fortuna que incluye bancos, haciendas ganaderas, tabaqueras y una embotelladora de refrescos que compite con Coca Cola en el mercado local. Fue designado para competir por la candidatura presidencial en 2013 en una cuestionada convención de su partido.

En noviembre pasado, Cartes desmintió una acusación que lo vincula, según un informe filtrado a través de Wikileaks, junto al expresidente del Banco Central (BCP) Gabriel González en presunto lavado de dinero.

De acuerdo con la prensa paraguaya, el vicepresidente paraguayo, el médico Federico Franco, líder del Partido Liberal, integrante de la oficialista Alianza Patriótica para el Cambio, y distanciado del presidente Lugo, ya estaría formando su equipo de ministros.