El régimen sirio aseguró ayer que derribó un avión turco en "un acto de autodefensa no hostil" y advirtió a Turquía y a la Alianza Atlántica de que no tomen medidas contra Siria en la reunión de hoy entre los aliados para tratar el incidente del caza turco, abatido por la defensa antiaérea siria el pasado viernes por haber violado el espacio aéreo sirio, según Damasco.

"La tierra y las aguas de Siria son sagradas", señaló el portavoz del ministerio de Exteriores sirio, Yihad Makdissi. "Siria actuó según sus derechos y como un Estado soberano. Lo que sucedió fue un accidente y no una agresión", explicó Maqdisi, que calificó de "mentiras" las declaraciones del ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, que aseguró que el avión fue alcanzado en el espacio aéreo internacional. "Fue una agresión clara de Turquía del espacio aéreo de Siria", añadió. Según una fuente de Damasco, las fuerzas sirias desconocían que el avión era turco cuando lo deribaron.

"INACEPTABLE" La Unión Europea (UE) condenó ayer el "inaceptable" derribo por parte de Siria del caza bombardero turco F4, e intentó evitar cualquier escalada militar en la zona. El incidente debe ser investigado "en profundidad" de "forma urgente", reclamó el Consejo de Ministros de Exteriores de la UE.

Los ministros de la Unión Europea reclamaron a la administración Siria que coopere con Turquía y subrayaron su oposición a cualquier intervención militar como la que se produjo en Libia, apostando por una solución diplomática.

La opción militar "está fuera de cuestión", indicó el ministro español, García-Margallo: "Hay que evitar un contagio del conflicto a toda la región".

El Consejo de la OTAN, a nivel de embajadores, se reunirá esta mañana a petición de Turquía para analizar el incidente.