El ex presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha responsabilizado este miércoles a su sucesor en el cargo, Federico Franco, y a los líderes políticos que promovieron el "quiebre institucional" del castigo económico al país sudamericano.

"Hacemos responsable al (ex) vicepresidente Federico Franco de cualquier consecuencia económica que pueda observarse a partir de esta descabellada aventura golpista", reza el comunicado divulgado por el Frente por la Defensa de la Democracia.

Además, Lugo ha negado que esté promoviendo la imposición de sanciones económicas a Paraguay por parte de la comunidad internacional, ya que, en caso de aprobarse, perjudicarían al pueblo paraguayo.

El ex presidente ha acusado a los "sectores golpistas" de "sembrar desinformación" y ha adelantado que colaborará con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, para demostrar que su destitución fue "ilegal".

"La misión de la OEA se suma a la preocupación por el proceso paraguayo y nuestro equipo jurídico ofrecerá todos los argumentos o pruebas de que no se cumplió el debido proceso", ha dicho Lugo, según informa el diario 'Ultima Hora'.

El pasado viernes, el Congreso destituyó a Lugo tras celebrar un juicio político en su contra por mal desempeño de sus funciones. El detonante fue la muerte de 17 personas en los enfrentamientos entre campesinos y policías del 15 de junio en la localidad de Curuguaty, ubicada en el departamento de Canindeyú (sureste).

La Constitución paraguaya contempla en su artículo 225 la celebración de un juicio político contra el jefe del Estado "por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes".

Lugo y sus partidarios aducen que, pese a que la figura del juicio político está contemplada en la Carta Magna, el proceso fue ilegal porque se vulneró su derecho a la defensa al darle menos de 24 horas para preparar su alegato ante el Congreso.