El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha anunciado que no se entregará a la Policía británica, a pesar de su requerimiento, ya que las normas internacionales sobre asilo político tienen preferencia sobre las normas internacionales de extradición.

Assange está en la Embajada de Ecuador en Londres desde el pasado 19 de junio, cuando solicitó asilo político al país andino argumentando que es víctima de una "persecución política" y que se encuentra en "estado de indefensión" ante la posibilidad de que las autoridades británicas o suecas le extraditen a Estados Unidos, ya que Australia, su país de origen, ha rehusado protegerle.

El jueves, la Policía envió a Assange la orden de extradición para que se presente en una comisaría y pueda ser trasladado a Suecia, donde se le acusa de varios delitos sexuales. Además, le recordó que puede ser detenido, ya que violó su libertad condicional al escaparse de su residencia durante la noche para ir a la misión diplomática.

No obstante, el Derecho Internacional considera que las misiones diplomáticas en el extranjero forman parte del territorio del país acreditante, por lo que las fuerzas británicas no podrían irrumpir en la Embajada para arrestar a Assange sin el permiso de las autoridades ecuatorianas.

Así, Assange ha adelantado que, "casi con seguridad", no se entregará a las autoridades británicas. "Nuestros asesores jurídicos nos han dicho que en Reino Unido la ley de asilo político, tanto nacional como internacional, tiene preferencia sobre la ley de extradición", ha argumentado.

Entretanto, el ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, informó el pasado lunes de que su Gobierno todavía no ha adoptado una decisión sobre la petición de asilo político de Assange, y advirtió de que puede dilatarse.