Al menos catorce personas han muerto, incluidos dos policías, y otras 30 personas han resultado heridas como consecuencia del atentado con bomba perpetrado el jueves por un suicida contra un autobús con peregrinos chiíes que viajaba por la ciudad de Quetta, en el suroeste de Pakistán, según el último balance oficial de víctimas.

El secretario de Estado de Interior, Nasibulá Bazai, ha declarado este viernes al diario 'The Express Tribune' que el ataque lo llevó a cabo un suicida que iba montado en un coche que se chocó contra el autobús. "Al menos catorce personas han fallecido y otras 30 han resultado heridas", ha afirmado.

El grupo armado Lashkar-e-Jhangvi se ha atribuido la autoría del atentado. Su portavoz, Abdu Bakar, ha explicado que esta es su forma de vengarse por unos ataques contra una madrasa (una escuela coránica) y un centro musulmán.

Según las fuentes consultadas por el periódico, en el autobús viajaban 50 pasajeros, en su mayoría hazaras, que regresaban de Taftan, una localidad situada en la frontera entre Pakistán e Irán, y el vehículo iba escoltado por dos furgonetas policiales. Los tres vehículos quedaron destrozados por la explosión.