La prensa italiana hablaba de un posible 'biscotto' (pasteleo) en el encuentro España-Croacia que les hubiese dejado fuera de la Eurocopa. Mañana nos veremos en la final. Ayer, una alianza táctica entre estos dos países hizo posible que los resultados de la Cumbre Europea se alineen, en principio, con los objetivos de España: financiación directa a los bancos sin computar como deuda del Estado, compra de deuda soberana tanto en el mercado secundario (emisiones en el mercado) como en el primario (nuevas emisiones) y no prelación de la deuda europea sobre la soberana (en caso de impago la deuda vieja y la nueva se tratarían igual). Es muy bueno para nuestros intereses que Italia esté firmemente de nuestro lado pues sabe que tras nosotros van ellos con la agravante que su ratio de deuda sobre PIB, su sistema financiero e incluso su estabilidad política están peor que los nuestros (si bien es cierto que su economía real es más fuerte). Y si España e Italia caen, Europa cae. Si los problemas de Grecia que significa el 2% del PIB de la eurozona están ocasionado una tremenda polvareda, con más del 25% europeo en juego que representa la suma de estos dos el apocalipsis está asegurado.

Pero en Europa los detalles los carga el diablo. El cómo y el cuándo de todo esto es fundamental y no tenemos ni un segundo que perder. Si al final todo queda en declaraciones de intenciones y medidas a medio plazo tendremos un serio problema. El BCE, el MEEF o el instrumento que sea debe comprar deuda todos y cada uno de los días para relajar las tensiones y, ojalá, mejorar el rating. Lo primero es difícil de acuerdo con los antecedentes, lo segundo es imposible.

Asumiendo que lo anunciado se pondrá en marcha en tiempo y forma también habrá que ver cómo se articula la vigilancia sobre las medidas de ajuste. Se trata de una intervención light, de un biscotto para que la troika asuma competencias de política económica y fiscal sin que se note mucho. En cualquier caso, si nos prestan dinero será a cambio de algo. De momento, la subida del IVA y la eliminación de deducción por compra de vivienda. Luego vendrán reducción retribuciones de funcionarios, despidos de contratados públicos, que no de los de oposición, y ajustes en prestaciones por desempleo.

Será fundamental para que este pasteleo funcione gestionar la realidad y las percepciones. Aunque hay que reconocer que los resultados de una diplomacia con ciertos toques de arrogancia no son, de momento, malos habrá que medir cada paso porque para mantener la apariencia de no ser rescatados habrá que gozar de toda la confianza de Europa.