El primer ministro de Grecia, Antonis Samaras, ha comunicado este miércoles a sus ministros que no pueden aminorar el ritmo de implementación de las reformas en el país a pesar del acuerdo alcanzado el martes entre los países de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para desbloquear 43.700 millones de euros de ayuda urgente del rescate al país.

"A partir de ahora trabajaré duro en la Mansión de Máximo --donde se encuentra su oficina--, pero visitaré los ministerios de forma regular", ha apuntado. "Voy a ser un primer ministro diferente", ha recalcado, según ha informado el diario griego 'Kathimerini'.

Así, ha indicado que el énfasis es pondrá sobre los ministerios que están llevando a cabo las reformas para que no superen sus presupuestos, al tiempo que ha puntualizado que el objetivo de cada uno de ellos ha de ser crear un beneficio primario, que será destinado a rectificar el impacto de las medidas de austeridad.

Este mismo miércoles, Samaras ha aparecido en un vídeo promocional titulado 'Grecia empieza ahora' en el que se pretende destacar la nueva situación que vivirá Grecia tras el acuerdo alcanzado esta semana. "Grecia se ha visto en situaciones difíciles en muchas ocasiones, pero siempre ha conseguid salir adelante", manifiesta en el mismo, en el que aparecen múltiples referencias históricas.

Por contra, el partido opositor SYIRIZA ha mantenido sus críticas al acuerdo y ha acusado a Samaras y a su Gobierno de "hacer un baile de la victoria sobre las ruinas generadas por sus políticas".

El acuerdo

El acuerdo fue posible después de que el FMI aceptara relajar el objetivo de reducción de la deuda griega al 124 por ciento en 2020, en lugar del 120 por ciento que había exigido hasta ahora por considerarlo el umbral de lo sostenible.

El Eurogrupo rechazó condonar parte de la deuda griega, pero ha tomado una serie de medidas para mejorar su sostenibilidad.

En primer lugar, los países de la eurozona han acordado rebajar en 100 puntos básicos el tipo de interés de los préstamos bilaterales concedidos a Grecia.

Además, se alarga en 15 años el plazo de devolución de todos los créditos y se retrasa en 10 años el pago por parte de Atenas de los intereses de los préstamos concedidos por el fondo de rescate. También habrá un programa de recompra de la deuda griega.

Finalmente, el Banco Central Europeo (BCE) transferirá a los bancos nacionales los beneficios logrados de los bonos griegos que tiene en su poder, y estos a su vez se los darán a Grecia.