China ha tachado de "irresponsable" a Estados Unidos por respaldar las administración japonesa de las islas Senkaku/Diaoyu --cuya soberanía reivindican Pekín, Tokio y Taipei--, al considerar que con ello solo contribuye a aumentar la tensión regional.

La agencia de noticias oficial, Xinhua, ha publicado un artículo en el que critica las declaraciones de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, que el pasado viernes reiteró la oposición de la Casa Blanca a "cualquier acción unilateral destinada a socavar la administración japonesa" del archipiélago.

Xinhua ha considerado que las declaraciones de la jefa de la diplomacia estadounidense han sido "sumamente negativas", porque "han enviado un mensaje erróneo, que solamente ha servido para echar más leña al fuego".

"En primer lugar, las declaraciones de Clinton muestran un profundo desconocimiento de los hechos históricos y del Derecho Internacional, ya que las Diaoyu (como se conocen en el gigante asiático) son parte inherente del territorio chino desde la antigüedad", ha explicado.

A este respecto, ha recordado que "Estados Unidos tiene una ineludible responsabilidad histórica" en la disputa territorial, ya que en la década de 1950 puso las islas bajo su administración y en la década de 1970 se la transfirió a Japón, "violando la soberanía china".

"En segundo lugar, las palabras de Clinton evidencian la caótica política exterior de Estados Unidos", ha dicho, recordando que, de acuerdo con el diario económico 'The Wall Streer Journal', el enviado especial de la Casa Blanca al Este de Asia, Kurt Campbell, ha adoptado una posición neutral, instando a Pekín y a Tokio a rebajar el tono de sus declaraciones. "Es una contradicción", ha subrayado.

Por último, Xinhua ha advertido de que "las declaraciones de Clinton ponen en peligro los intereses estadounidenses en Asia-Pacífico". "¿Contribuyen a la seguridad y a la prosperidad regional o, por el contrario, solo añaden más leña al fuego?", ha planteado.

En este sentido ha indicado que la secretaria de Estado han dado un fuerte respaldo a la "ultraderecha japonesa", alertando de que ello podría resucitar el "militarismo japonés", "lo que afectaría gravemente a la seguridad y a la recuperación económica de Estados Unidos".

Así, la agencia de noticias oficial ha instado a la Casa Blanca a "tener en cuenta sus relaciones con China y a adoptar una actitud responsable sobre la disputa territorial por las Diaoyu".

El conflicto

La tensión bilateral por las Senkaku/Diaoyu se disparó el pasado 11 de septiembre, cuando el Gobierno de Japón anunció la compra de tres de las cinco islas que forman el archipiélago a su propietario privado por 2.000 millones de yenes (20 millones de euros), que saldrán de los fondos reservados.

El plan de compra se puso sobre la mesa el pasado mes de junio, cuando el entonces jefe de Gabinete, Osamu Fujimura, anunció la intención del Gobierno de sustituir el contrato de arrendamiento por uno que garantizara el control de las autoridades japonesas sobre el archipiélago.

Sin embargo, la disputa territorial se remonta a 1895, cuando Japón se anexionó formalmente las islas para construir una planta procesadora de atún que dio empleo a 200 personas, aunque en 1940 el negocio se desplomó y las islas quedaron desiertas.

Entre 1945 y 1972, el archipiélago permaneció bajo dominación estadounidense, como parte de los acuerdos alcanzados entre Washington y Tokio tras la Segunda Guerra Mundial. Desde la salida estadounidense de las islas, China y Taiwán reclaman su soberanía.

China alega que descubrió el archipiélago en el siglo XIV y, a pesar de las tensas relaciones que mantiene con Taiwán, reconoce que algunas islas pertenecen al territorio como parte de la ciudad de Toucheng, ubicada en el condado de Yilan.

En cambio, Japón asegura que el archipiélago pertenece al completo a la ciudad de Ishigaki, ubicada en la prefectura de Okinawa, y, por tanto, rechaza las reivindicaciones chinas y cualquier acuerdo alcanzado entre Pekín y Taipei.