Un informe interno de la compañía ferroviaria francesa SNCF revelado hoy por "Le Figaro" apunta a que fallos en el mantenimiento de la vía estuvieron en el origen del descarrilamiento de un tren en las afueras de París el pasado 12 de julio, en el que hubo siete muertos y decenas de heridos.

Los autores de este documento confidencial, que la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) entregó a los jueces instructores el 22 de julio, constataron que a la pieza metálica que al soltarse y encastrarse en un sistema de agujas provocó el descarrilamiento del convoy París-Limoges le faltaba al menos uno de los tornillos que le sujetaba a la vía.

La ausencia de ese tornillo en la eclisa (que es el nombre técnico de esa lámina metálica que ensambla dos tramos de vía) no fue detectada en el último control que habían hecho antes del siniestro, en concreto el 4 de julio, los agentes de mantenimiento de la compañía ferroviaria en la estación de Bretigny sur Orge, a una treintena de kilómetros al sur de París.

"Le Figaro" señaló que eso significa, bien que los trabajadores encargado del control de la vía no se percataron del problema, bien que el tornillo desapareció entre esa verificación el 4 de julio y la fecha del accidente, el 12.

Los expertos de la SNCF también dieron cuenta de un problema de nivelación en el sistema de agujas donde se produjo el descarrilamiento que se conocía desde hacía años y que quedaba en evidencia cuando se hacían controles con máquinas de supervisión de las vías.

Esas agujas, que estaban sometidas a un fuerte trasiego por estar en una zona con fuerte tráfico de trenes, muchos de los cuales pasaban a velocidad elevada, databan de 1991 y, según las reglas en vigor, debían ser renovadas al cabo de unos 25 años, es decir, hacia 2016.

El convoy accidentado estaba compuesto de siete vagones en los que viajaban 385 pasajeros. Tenía una longitud de 202 metros de largo y pesaba 419 toneladas.