El escrutinio final de votos de las elecciones legislativas en Argentina confirmó hoy que el oficialismo conserva una apretada mayoría en el Congreso, que abrirá sus puertas a minorías de izquierda y conservadoras a partir de diciembre.

Los resultados oficiales de los comicios del pasado domingo indican que el gobernante Frente para la Victoria (FPV) fue la fuerza más votada en las legislativas, con un 33,15 % de los votos totales en la elección para diputados y un 32,7 % en la de senadores.

Este caudal de votos está muy por debajo del 54 % obtenido por el oficialismo en las elecciones de octubre de 2011, cuando la presidenta argentina, Cristina Fernández, logró la reelección para otro mandato de cuatro años, hasta finales de 2015.

Pese a esta sangría de votos, dado que en esta elección no había demasiados escaños en juego, el FPV conservará desde diciembre próximo, cuando se haga efectiva la renovación parlamentaria, su mayoría en ambas cámaras del Congreso.

El jefe de Gabinete argentino, Juan Manuel Abal Medina, destacó hoy que el oficialismo "logró mantener la mayoría en ambas cámaras" del Congreso y que ello, aseguró, tiene "desorientada" a la oposición.

"Hoy están desorientados por el resultado porque, más allá de que nos fue mejor o peor en algún distrito, lo cierto es que logramos mantener la mayoría en ambas cámaras e incluso incrementarla en la Cámara de Diputados", dijo Abal Medina en declaraciones a radio Continental, de Buenos Aires.

El jefe de Gabinete declaró que el Gobierno tiene por delante dos años en los que va a "seguir llevando adelante el proyecto que fue votado mayoritariamente por los argentinos en 2011".

En la Cámara de Diputados, el FPV conservará su mayoría, con 132 escaños, entre propios y aliados tradicionales, sobre un total de 257.

Como segunda fuerza en la Cámara baja se mantendrá la alianza de la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y fuerzas más pequeñas de centroizquierda aliadas a las dos primeras, con 63 representantes.

Con 19 diputados, en tercer lugar quedará el Frente Renovador, un núcleo de peronistas disidentes liderado por Sergio Massa, exjefe de Gabinete de Fernández y el gran artífice de la derrota electoral que sufrió este domingo el oficialismo en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país.

En cuarto lugar, con 18 representantes en la Cámara baja, ha quedado Propuesta Republicana (Pro), fuerza conservadora que encabeza el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien ha formalizado su candidatura presidencial para 2015 tras el triunfo que su partido consiguió el domingo en la capital argentina.

Una de las novedades de estos comicios será el retorno a la Cámara de Diputadas de las minorías de izquierda, que, agrupadas en un frente común, accederán a tres escaños desde diciembre.

Así, el Frente de Izquierda incorporará a la Cámara baja a diputados que lograron históricas victorias en las provincias de Salta (19,4 %), Mendoza (14,1 %) y Buenos Aires (5 %).

"En el lapso de apenas dos años, el Frente de Izquierda pasó de medio millón de votos a casi un millón y medio, un crecimiento del 200 por ciento", destacó hoy el Partido Obrero, integrante del Frente de Izquierda, en un comunicado.

En el Senado, de 72 escaños, el oficialismo seguirá siendo mayoría, con 40 asientos, entre propios y aliados tradicionales.

El frente Unen, integrado por radicales y socialistas, se constituye como segunda fuerza en la Cámara alta, con 19 escaños, mientras que los peronistas disidentes permanecen con 7.

La gran novedad será el debut del Pro en el Senado, ya que la fuerza conservadora conquistó tres escaños en estos comicios, con los que Macri tendrá por primera vez representación en esta cámara.

Entre quienes representará al Pro en el Senado está el dirigente agropecuario Alfredo De Ángeli, uno de los protagonistas del conflicto de 2008 entre el Gobierno de Fernández y el sector rural, pelea que influyó en el varapalo electoral que sufrió el oficialismo en las elecciones legislativas de 2009.