La policía francesa desalojó hoy a unos 550 gitanos de un campamento instalado desde el pasado mes de julio en una zona industrial del municipio de Saint-Ouen, en la periferia norte de París.

La delegación del Gobierno indicó en un comunicado que en el campamento vivían 70 niños y subrayó que el desalojo se produjo sin "ningún incidente".

Otras 300 personas habían abandonado el campamento voluntariamente ayer, después de que el pasado 9 de noviembre la alcaldesa de la localidad, Jacqueline Rouillon, pidiese que al Ministerio del Interior que procediera a una evacuación de urgencia.

El campamento estaba situado sobre una zona por la que pasa la red de distribución por la que circula en torno al 25 % de la calefacción de la capital francesa.