El ministro de Exteriores británico, William Hague, ha advertido en Glasgow que, una Escocia independiente "pagara más, para obtener menos de Europa", cuando se vea obligada a renegociar su pertenencia a la Unión Europea.

"No debe haber ninguna duda", ha reiterado Hague, de que Escocia deberá renegociar su pertenencia a la EU. "Ese será un proceso que puede ser largo, con resultado incierto y probablemente muy costoso" ya que requiere la aprobación de los 28 países miembros. "No será simple" afirmó.

El ministro ha indicado además que Escocia podría verse obligada a adoptar el euro, a pesar de que el Gobierno escocés afirme lo contario y quiera conservar la libra. También podría tener que firmar el acuerdo de Schengen sobre controles de fronteras, que es "incompatible" con los planes del Gobierno escocés.

El jefe de la diplomacia británica viajó a Glasgow, junto al responsable del Tesoro, Danny Alexander, para presentar un documento del Gobierno titulado Análisis de Escocia: EU e Internacional, sobre las consecuencias internacionales que tendría la independencia.

El ministro dijo querer "exponer los hechos" que acarrearía la separación y recordó que el primer ministro David Cameron pretende luchar por la reforma de la Unión Europea para el año 2017, antes de que los británicos decidan en referendo si continúan o se marchan de la UE. "En realidad Escocia tendrá dos referendos, uno sobre si dejará la UE y el de septiembre este año", cuando los escoceses decidan su futuro.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuándo tiempo tardaría Escocia en renegociar su acceso a la UE, de triunfar el “sí”, en la consulta del próximo 18 de septiembre. Los sondeos hasta el momento muestran que los independentistas solo cuentan con un tercio de los votos, pero sigue habiendo un 15% de indecisos, que pueden dar un vuelco al resultado.