El Gobierno de EEUU y las grandes empresas tecnológicas estadounidenses han alcanzado este lunes un acuerdo que permitirá a las compañías informar a los usuarios, de forma más detallada, sobre las órdenes que recibe en casos relativos a espionaje, según ha informado el Departamento de Justicia.

De esta forma, el acuerdo podría poner fin a los peticiones de empresas como Google y Microsoft de mayor libertad para dar a conocer datos sobre órdenes judiciales, de acuerdo con documentos oficiales. Desde junio, las compañías tecnológicas han buscado clarificar su relación con las agencias de espionaje estadounidenses.

En esa fecha, el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden desclasificó información que dio a conocer la profundidad de las operaciones de espionaje de Washington e, incluso, la aportación de datos por parte de estas grandes compañías, algo que molestó a los usuarios.

Con este nuevo acuerdo, que se aplicaría a todas las compañías, se ofrecen a las empresas nuevas opciones respecto a la forma en la que presentan esa información, que hasta ahora podría ser confidencial. El Gobierno de Obama se ha mostrado receloso de dar a conocer alguno de estos datos, ya que considera que podrían ayudar a expertos de otros países a burlar la vigilancia.

Fugas en Angry Birds

Por otra parte, la NSA y el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ) británico han desarrollado programas para aprovechar las "fugas" en aplicaciones ('Apps'), como el popular juego Angry Birds --descargado 1.700 millones de veces--, y espiar a usuarios de teléfonos móviles, según una información publicada por el diario británico The Guardian.

De esta forma, ambas agencias obtendrían información privada de los usuarios a través de internet, de acuerdo con los documentos secretos filtrados por Snowden. En concreto, estos programas podrían acceder a datos personales tales como edad, sexo, ubicación, sitios web visitados, listas de amigos, documentos descargados de internet o tamaño de la pantalla del dispositivo, entre otros.

Incremento con los 'smartphones'

Los documentos revelan hasta qué punto el cambio hacia la navegación en los llamados teléfonos inteligentes ('smartphones') podría beneficiar a los esfuerzos de recolección de datos de las agencias de espionaje, que venían gastando hasta 1.000 millones de dólares (más de 730 millones de euros) --en el caso de la NSA-- en investigaciones en este campo concreto.

Otra de las aplicaciones a las que recurren las agencias de inteligencia es Google Maps, ya que las consultas de mapas realizadas en los teléfonos inteligentes son recopiladas con facilidad, proporcionando una gran cantidad de datos sobre ubicaciones de los usuarios.