Los antigubernamentales en Tailandia se reunieron hoy con la Policía para reclamar que se arreste a los culpables de las bombas que mataron a cuatro niños en campamentos de manifestantes el pasado fin de semana, mientras el Ministerio de Exteriores solicitó consejo a la ONU para solucionar la crisis.

Cuatro representantes de los antigubernamentales se reunieron con el director de la Policía Nacional, Adul Saengsingkaew, en la central de este cuerpo en Bangkok y presentaron sus reclamaciones.

Adul prometió agilizar la investigación sobre la muerte de los menores y requirió a los manifestantes que permitiesen a los inspectores entrar en los campamentos donde se arrojaron las bombas para examinar el lugar de los hechos, según el diario local "The Nation".

Fuentes de los antigubernamentales se mostraron satisfechas por el hecho de que el propio jefe de la Policía hubiese escuchado sus demandas.

Dos niñas tailandesas de cinco años de edad perdieron la vida y 33 personas resultaron heridas el pasado sábado cuando un grupo de desconocidos atacó con armas y explosivos un campamento antigubernamental en la provincia de Trat, a unos 300 kilómetros al este de Bangkok.

Al día siguiente, tres personas, dos de ellas menores, murieron a raíz de la explosión de una granada lanzada contra el campamento de los manifestantes en el cruce de Ratchaprasong, en Bangkok.

Al menos 23 personas han fallecido y más de 750 han resultado heridas desde que las protestas, que arrancaron en octubre, empezaron a ocupar ministerios, el 25 de noviembre de 2013.

Por su parte, el viceprimer ministro y titular interino de Asuntos Exteriores de Tailandia, Surapong Tovichakchaikul, informó hoy de que había llamado por teléfono al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para buscar asesoramiento sobre la mejor forma de acabar con las protestas.

"Tenemos que tener una mente abierta sin pensar que se inmiscuyen en los asuntos internos de Tailandia. Si hay una guerra civil, es inevitable que la ONU intervenga en busca de la reconciliación", indicó Surapong, según el grupo estatal de comunicación MCOT.

El ministro señaló que pensaba presentar una propuesta a Naciones Unidas si recibía autorización del comité encargado de lidiar con los antigubernamentales.

Tailandia arrastra una grave crisis desde el golpe militar incruento que depuso en 2006 a Thaksin Shinawatra, hermano de la actual primera ministra del país, Yingluck.

Desde entonces, los seguidores y detractores del prófugo Thaksin combaten al Gobierno de turno con movilizaciones populares.

Las protestas actuales las dirige Suthep Thaugsuban, viceprimer ministro del Partido Demócrata desde 2008 hasta 2011, y los antigubernamentales dicen que solo volverán a casa si se crea un comité popular no electo que reforme el sistema político para acabar con la corrupción y lo que ellos llaman "regímenes de Thaksin".

Thaksin o un asociado han ganado todas las elecciones celebradas en Tailandia desde 2001.

Bajo el auspicio de Somchai Srisuttiyakorn, de la Comisión Electoral, un respetado monje budista miembro de las protestas y el ex primer ministro Somchai Wongsawat, cuñado de Thaksin, iniciaron el lunes pasado negociaciones exploratorias, en el último intento de buscar una salida negociada a la crisis.