La aseguradora Standard Life, que emplea a 5.000 personas en Escocia, ha advertido este jueves que está dispuesta a marcharse de allí en el caso de que la independencia comprometa sus actividades. La compañía ha anunciado que está tomando las medidas necesarias para un eventual traslado. El comunicado ha sido recibido como un golpe significativo para los nacionalistas escoceses por venir de una reputada institución en el mundo de los negocios.

Standard Life se estableció en Escocia hace 189 años, tiene cuatro millones de clientes en el Reino Unido y genera 297.000 millones de euros al año. "Estamos dispuestos a tomar todas las medidas que juzguemos necesarias, incluido el traslado de una parte las operaciones que realizamos en Escocia, para garantizar la continuidad de nuestra actividad y proteger los intereses de nuestros accionistas", ha declarado Gerry Grimstone, presidente del grupo al presentar su informe anual.

Los directivos de Standard Life consideran que, a día de hoy, quedan muchas dudas por resolver sobre la eventualidad de que se produjera una victoria del 'sí' en el referendo del próximo 18 de septiembre.

Sociedades agregadas

"Hemos comenzado a trabajar en el establecimiento de nuevas sociedades agregadas, capaces de operar fuera de Escocia y a las que, en caso de necesidad, podamos transferir parte de nuestra actividad", ha declarado el director general de la compañía, David Nish.

Standard Life es la primera empresa escocesa que habla públicamente de las repercusiones negativas de la independencia. Las dudas sobre la libra esterlina y el reingreso en la Unión Europea inquietan al mundo de los negocios. La aseguradora insiste en que no quiere interferir en el debate político. "El desafío para una Escocia que decida ir en solitario sería significativo, pero no insuperable", ha indicado.