Unos 50 hombres con armas y explosivos atacaron este domingo por la noche la ciudad de Mpeketoni, a unos 40 kilómetros de la turística costa de Kenia, y asaltaron dos hoteles, un banco y una comisaría policial, entre otros edificios, informó el inspector general de la Policía, David Kimaiyo. El número de personas muertas en el ataque terrorista asciende a 48, ha informado este lunes la Cruz Roja, que aún evalúa sobre el terreno "el número de casas, vehículos, hoteles y restaurantes incendiados" durante en ataque.

Las autoridades sospechan que el ataque podría ser obra de la milicia radical islámica somalí Al Shabab, aunque este grupo no se ha atribuido, de momento, el atentado. "Todavía debemos determinar si (los responsables) fueron miembros de Al Shabab", ha señalado Kimaiyo por teléfono al diario local The Standard.

Según testigos citados por los medios locales, el ataque comenzó a las 20.00 hora local del domingo (17:00 GMT) y duró unas cuatro horas, en las que los asaltantes mantuvieron retenidos a muchos lugareños. Mpeketoni amaneció hoy como "una ciudad fantasma" debido a que numerosos residentes se encuentran desaparecidos, indicó 'The Standard'.

Golpe contra el turismo

Los atentados suponen un duro golpe para esa zona de Kenia, que vive del turismo, un sector en crisis en la costa keniana por el terrorismo. Se trata del peor atentado que sufre el país africano desde el pasado septiembre, cuando al menos 67 personas murieron en el asalto perpetrado por milicianos de Al Shabab contra el centro comercial Westgate de Nairobi.

Kenia --especialmente Nairobi y la ciudad costera de Mombasa-- ha sido objeto de ataques desde que, en octubre del 2011, su Ejército entrara en Somalia debido a una oleada de secuestros en suelo keniano que atribuyó a la milicia islamista somalí.

Presencia en Somalia

Al Shabab, que en el 2012 anunció su adhesión formal a la red terrorista Al Qaeda, controla amplias zonas del centro y el sur de Somalia, donde el frágil Gobierno somalí todavía no está en condiciones de imponer su autoridad.

Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un Gobierno medianamente efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.